sábado. 27.04.2024
POLEMICA

La contratación de K-Baianos se aceleró a mediados de julio cuando Orozco ya era consejera

El expediente de contratación de K-Baianos, un grupo de versiones de música brasileña liderado por el hermano de la consejera de Cultura, Pilar Orozco, para un concierto en la plaza de Nelson Mandela el próximo 7 de septiembre, ha generado dudas significativas sobre la versión proporcionada hasta ahora por el Gobierno de Vivas. Se ha alegado que la actuación fue programada por el exconsejero Carlos Rontomé, sin embargo, la revisión del expediente pone en entredicho esta afirmación

K-BAIANOS
K-BAIANOS

El expediente de la contratación de K-Baianos, grupo de versiones de música brasileña que capitanea el hermano de la consejera de Cultura, Pilar Orozco, para la celebración de un concierto el próximo 7 de septiembre en la plaza de Nelson Mandela arroja algunas dudas sobre la versión sostenida hasta ahora por el Gobierno de Vivas para eximirse de cualquier responsabilidad en el asunto. El concierto es noticia por dos motivos se trata del grupo del hermano de la actual consejera responsable de la programación cultural y se va a facturar a casi 14.000 euros, una cantidad muy superior a la que se había venido pagando hasta ahora a otros grupos locales. Sin ir más lejos es el concierto más caro de cuantos se han programado para celebrar el Día de Ceuta, los malagueños Wasabi Cru no llegan a los 7.000 euros y toda la orquesta de la CISO saldrá por 10.000 euros. Compararlo con cualquier otra actuación transmite la misma idea, el precio es excesivo y arroja dudas sobre si lo es por ser el artista familiar de quién decide contratarle.

Hasta ahora el Gobierno se había venido defendiendo alegando que Pilar Orozco se abstuvo en los trámites, que la actuación estaba ya programa por el anterior responsable del área, Carlos Rontomé, sin tan siquiera entrar a valorar si el precio es o no disparatado o esbozar la más mínima disculpa por el agravio comparativo que supone a otros grupos locales. Pero la revisión del expediente si bien refrenda parte de ese argumento -el concierto lo apalabra Rontomé- tumba el resto. La contratación se aceleró durante mediados del mes de julio y en realidad, Pilar Orozco no se abstuvo hasta que estuvo todo hecho. Repasar las fechas de los distintos documentos del expediente no deja lugar a dudas.

Todo lo inicia el propio hermano de la consejera como líder de su banda presentando el pasado 14 de febrero un proyecto para una o varias actuaciones a la Consejería de Cultura. Una en la plaza de Nelson Mandela que podría complementarse con otras en centros de ocio o escolares de la ciudad. Un proyecto en el que Juan Orozco muestra a las claras su conocimiento profundo de lo que se trae entre manos, la música brasileña, con una solvencia importante. El documento eso sí, arroja la primera laguna del expediente.

Hacia el final del documento, se recoge:

“Los aportes que hemos supuesto por cuenta de la Ciudad de Ceuta y que por tanto No se incluyen en la factura proforma que presentamos, consisten en:

  • Contratación de equipo pide sonido y escenario interior y exterior (preferiblemente con la empresa SONALBA conocedor de nuestro sonido).
  • Canon de pago de derechos legales a la SGAE que en su caso correspondiera.
  • Cartelería, información y web publicitaria sobre el concierto
  • Taquilla
  • Iluminación propia del escenario
  • Iluminación y equipo audiovisual necesario para la realización del proyecto.
  • Back stage con mesa, 5 sillas, 2 rollos papel de limpieza, y espejo con luces
  • Mobiliario escenario: 4 taburetes regulables para los músicos
  • 2 cajas de botellines de agua por actuación”.

 La factura proforma que presenta el grupo lleva en realidad fecha del 2 de mayo, más de dos meses después de la presentación de ese proyecto en el que supuestamente se incluía ya factura proforma. Y en la misma, la que consta en el expediente llaman la atención 2 cosas. El concierto era para el día 20 de julio y no para el 7 de septiembre y en el desglose de conceptos se incluyen algunas de las cosas que en el proyecto el grupo daba por supuesto que asumiría la Ciudad.

El cache del grupo consume sólo 5.850 euros de los 13.936 que costará en total el concierto. El resto se suma en concepto de “Back line propio instalado por el Grupo K-Baianos: 1.000 euros”. Ese Back line es el sonido interno o el escenario interior, los taburetes, etc. “Proyecto de decoración, diseño de iluminación y video-proyección: 1.800 euros. Management: 1.500 euros. Montaje de espectáculo y gastos generales: 2.500 euros. Colaboraciones: 750 euros”. El resto son impuestos.

¿Existió otra factura proforma adjunta al proyecto presentado en febrero que no incluía algunos de estos conceptos que el grupo presupuso que asumiría la Ciudad? Queda la duda. Y de ese 2 de mayo, se salta al 15 de junio. De nuevo, se trata de un documento elaborado por el grupo, una declaración responsable como adjudicatario ya de un contrato para celebrar un concierto el 20 de julio en la plaza de Nelson Mandela.

Un día después, el 16 de junio, y un día antes de que la nueva Asamblea celebre el Pleno para la toma de posesión de sus nuevos integrantes, a las 11.32 horas de ese viernes, el todavía consejero de Educación y Cultural en funciones, Carlos Rontomé, firma un documento requerido por intervención, la autorización para que libere el dinero de la partida correspondiente. El 21 de junio, dos días antes de que sea nombrada, Pilar Orozco, como sucesora de Rontomé en los asuntos culturales y la programación festiva, se suceden dos documentos que firma la jefa de la unidad de Cultura. El primero a las 13.44 horas es el informe de motivación que justificaría la contratación, el segundo 2 minutos después es el pliego de prescripciones técnicas.

En el informe de motivación se sigue fechando el concierto para el día 20 de julio. Tanto la fecha inicialmente prevista como lo que se afirma en él vendrían a sostener la parte de la versión del Gobierno en la que achaca a la gestión de Rontomé la contratación:

“Habiendo recibido instrucciones para la incoación de expediente de contratación de un concierto a cargo del grupo musical K-Baianos, que tendrá lugar en la plaza de Nelson Mandela, el 20 de julio del presente, para su adjudicación a la empresa Juan Orozco (…) informa que: La contratación propuesta se halla incluida en la programación cultural de la Consejería de Educación y Cultura para 2023”.

De ese mismo día, 21 de junio, es el documento contable de Reserva de Crédito para la contratación de la actuación. Y desde ese día podría decirse que el relevo en la Consejería paraliza los trámites. Tanto así que no se llegará a la fecha del 20 de julio, inicialmente prevista para la celebración del concierto, a tiempo de finalizar la contratación. Hay un salto del 21 de junio al 18 de julio.

Ese día de julio aparece un documento firmado por Pilar Orozco a las 13.11 horas. Es una carta al presidente Vivas en la que pide abstenerse: “dándose la circunstancia de que uno de los componentes principales del grupo tiene relación de consanguinidad con esta consejera, por lo que de acuerdo a la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, formulo la correspondiente abstención para el conocimiento del expediente de contratación incoado al efecto”, recoge el escrito. Eso sí, a pesar de estar a 18 de julio, Orozco sigue fechando en su misiva a Vivas el concierto para el 20 de julio.

Y a partir de este documento, el expediente parece impulsarse como pocas cosas en la tramitación administrativa. Casi 24 horas exactas después, el 19 de julio a las 13.25 horas, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, emite un escrito concediendo poderes al Consejero de Comercio, Nicola Cecchi, para que contrate al grupo y culmine el expediente. 14 minutos tarda Cecchi en firmar el informe de necesidad, mismo 19 de julio a las 13.39 horas.

Al día siguiente, el 20 de julio, el día que inicialmente estaba previsto la celebración del concierto, a las 10.28 horas, un técnico de cultura firma un documento en el que consagra el cambio de fecha al 7 de septiembre:

“De conformidad con el adjudicatario, el concierto del grupo K-Bianos, publicitado para el día 26 de julio (SIC) en la plaza de Nelson Mandela, por razones de interés en la programación cultural de la Consejería de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, queda aplazado al día 7 de septiembre de 2023 (…) formando parte de los actos programados con motivo de la celebración del Día de Ceuta”.

Un poco más tarde, ese mismo día 20 de julio, a las 12.03, una técnico de cultura aporta el contrato menor con el grupo recordando que el competente para su firma es ya el consejero de Turismo y Comercio por decreto del Presidente de dos días antes.

El 24 de julio, Cecchi remata el expediente firmando la adjudicación del contrato, tal y como consta en la Plataforma de Contratación. Y es el 31 de julio cuando se emite la autorización y compromiso sobre el gasto retenido.

Del relato se deduce que sí, que efectivamente el concierto lo programó Rontomé, inicialmente para el día 20 de julio, pero que la actual Consejera y hermana del grupo tuvo oportunidad, más allá de abstenerse, de reconducir la situación para evitar el agravio con otros grupos locales y su opción fue abstenerse y dejar fluir, como mínimo sin poner freno al desmán que le habían legado.

Además, Orozco es consejera de desde el día 23 de junio, pero el Boletín Oficial de la Ciudad del 26 de abril consagró las listas electorales que concurrirían a las elecciones del 28 de mayo, donde ella figuraba ya como número 5 de la plancha electoral que encabezaba Juan Vivas. Tampoco refrenda el expediente, al menos no del todo, las palabras con las que Cecchi justificó su actuación en el expediente el pasado miércoles. Entonces aseguró que de cara al futuro: “Los compromisos adquiridos sí, si son sostenibles, si no, habrá que volver a hablarlo. Si no era una palabra dada nada más y estaba todo el expediente realizado, había partida presupuestaria, consignación de crédito y no era una palabra dada, en plan de prometo, y el expedienté estaba completo sí firmaré”. En este caso para cuándo le llega el expediente, el dinero estaba liberado y la contratación comprometida, pero a tiempo de revisar si la contratación era “sostenible” y de “volver a hablarlo”.

La contratación de K-Baianos se aceleró a mediados de julio cuando Orozco ya era consejera