CSIF ha advertido que el Gobierno no puede instalarse de nuevo, “y como siempre”, en la política de las medias tintas que no termina de solucionar ningún problema. La central sindical ha denunciado que el Organismo Autónomo de Servicios Tributarios ha tenido que abarcar, en muy poco tiempo, muchas competencias sin que se haya reforzado su plantilla.
Además han recordado que este Organismo Autónomo materializa la entrada de la amplia mayoría de los activos de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Sin embargo, y a pesar de la importancia que tienen los Servicios Tributarios en la Ciudad Autónoma, CSIF ha asegurado que, a diario, los distintos departamentos están totalmente desbordados. Usando una bolsa de trabajo para suplir las carencias estructurales.
El sindicato considera que a pesar de esta “palmaria y comprobable evidencia”, nadie parece querer hacer para que se aumente la dotación de personal hasta alcanzar un número suficiente que permitiría a este importante organismo del organigrama económico de la Ciudad Autónoma de Ceuta desarrollar sus funciones correctamente.
En la actualidad, afirman, es humanamente imposible llevar a cabo las encomiendas de gestión en condiciones con los recursos de personal existentes.
CSIF evidencia el hecho de que sigue existiendo la urgente necesidad de ofertar promociones internas y oposiciones abiertas a la ciudadanía, para cubrir en concreto más de 20 puestos de C1 administrativo, de 10 a 15 auxiliares administrativo, y reforzar la unidad de notificadores, todo ello, en el más breve espacio de tiempo posible, pretendiendo así que no suceda con esto, lo que está pasando en el Departamento de Notificaciones del Ayuntamiento, sobrepasado de trabajo a día de hoy.
Además CSIF ha recordado que sigue a la espera de la convocatoria de dos plazas, una de Técnico de Administración General y otra de Técnico Superior en Informática las cuales se encuentran pendientes de convocar desde hace más de un año, además de la necesidad de convocar urgentemente a promoción interna la plaza de Técnico de Administración General de un compañero que acaba de jubilarse, algo totalmente previsible y que como costumbre no se cubre como marca el Convenio Colectivo y Estatuto Básico del Empleado Público, que instrumenta las formas de acceso a la cosa pública, siendo abanderado por los principios de igualdad, mérito, capacidad.
