viernes. 26.04.2024
No carece de razón el cabeza de lista de Ceuta Ya, Mohamed Mustafa, porque restringir el debate al bipartidismo histórico sería cercenar "democráticamente" y de forma solapada, las posibilidades de difusión de los mensajes programáticos del resto de fuerzas políticas que concurren, legítimamente, a la cita en las urnas.Una concurrencia que tiene un derecho conjunto a que el elector decida, libremente, la que considera su mejor opción.
Además, estos condicionantes previos, no deberían aceptarse por parte de la Junta Electoral de Zona, ya que las cortapisas restrictivas, no dejarían de ser una fórmula cicatera de condicionar la difusión abierta y libre de todas las opciones en un proceso que se entiende democráticoy sin privilegios. Silenciar "otras voces", ni es razonable, ni lógico ni siquiera entendible, por parte de los dos grandes partidos del espectro nacional, que muy al contrario, habrían de ejercer con valentía y sin resquemores, cuáles son sus propuestas para confrontar con otras formaciones.
Limitar o reducir el terreno de juego con pueriles argumentos de debate a dos (o como en otras ocasiones, sólo de las fuerzas con representación en la Asamblea), es tratar de justificar lo injustificable, porque concurren ocho formaciones a la cita con las urnas y no dos, aparte que la legislatura ya esta finalizada y tampoco se puede esgrimir el inapropiado argumento de la última representación en la cámara local, que ya tuvo su recompensa en forma de subvenciones en virtud del número de votos logrados por cada uno de ellos, aparte de los escaños de representación logrados.
No es de recibo, por tanto, poner puertas al campo, porque los ceutíes tienen el derecho y los partidos concurrentes al 28-M la obligación, de dar a conocer con absoluta claridad y detalle, qué nos proponen y cuáles son las razones que merecen para ganarse el voto.
Por tanto, el debate en forma de partida de pin-pon, no es ni lo más razonable ni lo deseable ni tampoco lo justo. Si los políticos han de tener el techo de cristal, no caben argumentaciones subrepticias de ocultaciones de ninguna índole ni marginar a otros concurrentes a los comicios. La cita ante las urnas es tan trascendente que no cabe temor alguno a la confrontación parlamentaria en un proceso electoral donde la ciudadanía ha de conocer que opción defiende mejor sus intereses.
En este caso, la Junta Electoral de Zona, ha de velar por la igualdad de oportunidades en este caso, la necesaria neutralidad en el proceso y la mayor difusión en el mensaje. Recurrir a los vetos recusando a otras formaciones políticas "per se" o inocularnos falacias inverosímiles que justifique el descarte, no conducen a clarificar posiciones políticas, ni a crear confianza ni a divulgar el mensaje en igualdad de condiciones para todos los partidos. De ahí que sea más que probable que otras fuerzas políticas se sumen a la iniciativa de Ceuta Ya, en esta reclamación lógica que defiende su derecho a confrontar programas, propuestas y sentido crítico.

El debate entre partidos ha de ser abierto a todos