El desenlace era previsible: votos en contra del PP, abstención del resto de grupos de la oposición y un nuevo rifirrafe entre el portavoz de Caballas, Juan Luis Aróstegui, en esta ocasión tanto con el consejero de Educación, Javier Celaya, como con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas. La enseñanza Islámica en los institutos de Enseñanza Secundaria -una cuestión más de voluntad política que de dinero, según Aróstegui- sirivió para uno de los momentos de más intensidad en la sesión plenaria del presente mes. El proponente de la moción defendió que, aunque Ceuta no tenga competencias en materia educativa, el pleno debe pronunciarse para instar al Ministerio a corregir lo que considera una desigualdad clamorosa entre alumnos de distintas religiones.
Fue el consejero de Educación y Cultura, Javier Celaya, quien dió respuesta a la propuesta de Aróstegui. Recordó que es, precisamente, el actual Gobierno central el que dió luz verde a la enseñana de religiones confesionales en la Secundaria. Por otra parte, admitió que esta propuesta es adaptable al actual currículo educativo, aunque ante la premura de las fechas -apenas mes y medio para el inicio del curso- pidió que la misma quedara sobre la mesa.
Algo a lo que Caballas se negó, de ahí que el PP decidiera emplear el voto en contra. Aróstegui trató, entonces, de continuar con el debate, a lo que se negó Vivas. Nuevamente, una escena familiar ya en los últimos meses: la del diputado de Caballas y el presidente de la Ciudad enzarzados a colación del orden en la Asamblea. El diputado tuteó y llamó mentiroso al presidente, algo a lo que este respondió dándole irónicamente las gracias.