En el único debate entre los candidatos de los principales partidos políticos, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se enfrentaron durante 100 minutos en un encuentro decisivo dividido en 4 bloques, con turnos por sorteo, incluido el minuto de oro.
El bloque inicial, centrado en economía, permitió a Pedro Sánchez hacer un balance de su gestión económica, destacando tres temas principales: empleo, crecimiento económico e inflación. El socialista señaló que se han creado 21 millones de empleos, dos millones más que hace 5 años, y que la economía española ha experimentado un crecimiento cuatro veces mayor que la media europea. Además, resaltó que España ha logrado reducir la inflación por debajo del 2%. Sánchez prometió incorporar en el Estatuto de los Trabajadores que el salario mínimo sea el 60% del salario medio. También criticó a Feijóo por no abordar las consecuencias de la Guerra de Ucrania y defendió las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo calificó de "tomadura de pelo" afirmar que la economía "va como una moto". Criticó la creación de empleo y señaló que España se encuentra en los últimos puestos en cuanto a crecimiento económico. Hizo hincapié en el impacto de la inflación en el coste de vida y los alquileres, y acusó a Sánchez de maquillar las cifras del desempleo. Además, destacó el aumento de la deuda española y la falta de políticas de vivienda por parte del PSOE.
En el segundo bloque, centrado en violencia de género, Feijóo criticó la ley del 'Solo sí es sí' y aseguró que deja a violadores en la calle – 117 violadores-. Calificó esta ley de "disparate" y acusó a Sánchez de utilizar la igualdad para dividir a España. Por su parte, Sánchez defendió las leyes de igualdad promovidas por el Partido Socialista y afirmó que estas leyes brindan protección a las víctimas. Ambos líderes intercambiaron acusaciones sobre su enfoque en este tema sensible.
Los temas de educación y sanidad fueron abordados en el tercer bloque. Sánchez criticó al PP por no hacer política social y destacó los esfuerzos de su gobierno para reconstruir lo que, según él, los gobiernos populares habían destruido en estos ámbitos. Feijóo se centró en la situación de los hospitales de Ceuta y Melilla, únicos que gestiona Sánchez, destacando la falta de médicos y las listas de espera que han provocado meses de huelga. Prometió contratar más médicos y hacer de la salud mental una prioridad.
En el último bloque del debate, los candidatos trataron temas como los pactos, la gobernabilidad y la situación en Cataluña. Feijóo descartó la posibilidad de un pacto con Vox si dan los números y criticó la ley de Memoria Democrática, prometiendo derogarla. Sánchez equiparó a Vox con Bildu y defendió su política de pactos. Ambos líderes intercambiaron acusaciones sobre la política exterior y el compromiso con los principios constitucionales.
Feijóo ha expuesto que Sánchez no ha explicado los compromisos que ha adquirido con Marruecos, por lo que no sabe si mantendrá o no los pactos, puesto que no tiene información al respecto. Su posición es volver el equilibrio entre Argelia, Marruecos y el pueblo saharaui.
Ha acusado al líder socialista de oscurantismo sobre este y otros asuntos, asegurando que no comprometerá la política exterior de España sin consultar con el líder de la Oposición, ni la autorización del Congreso.
Sánchez ha resaltado que ahora España es un país respetado en Europa y el Mundo que no apoya guerras ilegales.
El debate concluyó con el minuto de oro, en el que Sánchez destacó la importancia de mantener las políticas de igualdad y modernizar España, mientras que Feijóo pidió votar masivamente para acabar con los extremos y prometió escuchar a los españoles y gobernar para todos.
Tras este único cara a cara, los candidatos dejaron claras sus posturas y estrategias de cara a las elecciones, dejando en manos de los votantes la decisión sobre el futuro del país.
