La nueva corporación que tome posesión el sábado tendrá, entre los muchos asuntos pendientes que abordar, el de la concesión de la licencia del servicio público de autobuses. Un sector en el que diversas fuentes de la actual adjudicataria consultadas por Ceuta Televisión no ocultan su preocupación por la tardanza en conocer dicho pliego. La licencia actual -de 1994- expira en septiembre.
Lo que preocupa no es sólo el retardo a la hora de conceder la licencia por el relevo en las consejerías y la nueva Asamblea. Tampoco ayuda a eso la composición del nuevo Pleno de la Asamblea, en el que ningún grupo tiene mayoría suficiente. Pero el componente político es algo que se entiende como "lógico". Lo que inquieta a las fuentes consultadas son que algunas de las exigencias del pliego -WiFi, vehículos híbridos, etc- sea inasumible para la empresa actual, que no tiene claro si concurrirá al concurso.
El servicio si parece garantizado, al menos durante unos meses, a partir de que expire la actual licencia. Si para ese momento no hubiera una empresa adjudicataria, se prorrogaría el contrato a la actual, en las mismas condiciones que en estos momentos. Sería, eso sí, una situación transitoria, que apenas se extendería durante unos meses que, además, coincidirían con la firma del nuevo Convenio Colectivo en el sector.
