Desde hace cuatro años, el Ministerio de Interior ofrece cada quince días un detallado resumen estadístico de las llegadas a España de inmigrantes irregulares. Tanto las llegadas por costa como por tierra, como la fluctuación de las distintas rutas son publicadas con bastante detalle, como les venimos dando cuenta los distintos medios de comunicación.
Sin embargo, en los dos últimos meses un hecho especialmente llamativo ha puesto en tela de juicio esa estadística. La llegada de cientos de personas, en muchos casos menores de edad, a Ceuta bordeando los espigones tanto de Benzú como de El Tarajal a nado no se ve reflejada en esta estadística. De hecho, el número de entradas por vía marítima a la Ciudad Autónoma es,oficialmente, cero.
Algo, pues, no cuadra. Sin embargo, si se contabilizan las entradas por vía marítima, aunque no sea en ese epígrafe. Desde el Ministerio de Interior se aclara a Ceuta Televisión que, técnicamente, son entradas por mar "aquellas en las que se incauta, también, alguna embarcación". Y en efecto, en lo que llevamos de año no se ha producido esta circunstancia.
Las entradas a nado "pese a ser, evidentemente, por mar computan como entradas por tierra", dada la escasa distancia que separa tanto El Tarajal como Benzú de Castillejos y Beliones. Tampoco se computan por vía marítima pese a que, en muchos casos, son lanzados al agua desde motos de agua que sin solución de continuidad se dan la vuelta hacia Marruecos.
Resuelto esto, queda otra duda por aclarar, como es saber cuantos de los 550 inmigrantes que han entrado en Ceuta desde que comenzó el año -404 más que en 2023, con un incremento porcentual del 276'7, según los datos de la segunda quincena de febrero- lo hiceron a nado o empleando otros métodos por vía terrestre para acceder a la ciudad.
