La Junta Electoral Central ha tomado dos decisiones que pudieran catalogarse como históricas o, al menos, esperadas. La primera de ellas hace alusión a aquellas personas que, teniendo contratado un viaje de vacaciones, sean llamadas por sorteo para formar parte de una mesa electoral. La segunda, en relación al voto por correo tras los controvertidos capítulos vividos en localidades como Melilla o Mojácar (Almería) durante las autonómicas del pasado 29 de mayo.
Vayamos por orden. Si a usted se le designa como presidente o secretario de una Mesa Electoral y tenía decidido realizar un viaje el 23 de julio, puede librarse. Eso si: siempre y cuando aporte toda la documentación que demuestre que usted ya había contratado o reservado sus vacaciones antes de la fecha de la convocatoria de Elecciones Generales, esto es, el 29 de mayo. La cancelación debe ocasionar un perjuicio económico o un trastorno grave al solicitante, lo que puede puede ser considerado como excusa por las Juntas Electorales de Zona, siempre que se asegure la integración plena de las mesas y que se acredite documentalmente la debida antelación del contrato, así como el perjuicio económico alegados.
La segunda decisión: será obligatorio enseñar el Documento Nacional de Identidad a la hora de depositar el voto por correo en las próximas Elecciones Generales. Se pretende así evitar problemas como los vividos en la Ciudad Autónoma de Melilla -con un número de solicitudes que alcanzaban el 20% del censo- o en la localidad almeriense de Mojácar. Caso de que se deposite el voto de otra personas, deberá también mostrarse un documento por el que esta persona nos autoriza a dejar su voto en la urna.
