De “desafortunadas”, “tontería tras tontería” y una “torpeza” ha tachado el secretario de organización de CCOO, Ángel Lara, las declaraciones vertidas este jueves por el administrador único de la empresa de limpieza Hércules, Javier Martín Segura, quien entre otras que, en resumidas cuentas, llegó a amenazar a los trabajadores que llevan dos meses sin cobrar sus nóminas con denunciarlos si volvían a manifestarse. La coacción, de momento, no se posiciona como un arma lo suficientemente fuerte, y los cerca de 90 empleados regresarán a la calle el próximo lunes con una nueva concentración que podrá tomar forma de huelga si se cumple un condicionante: no haber percibido sus correspondientes salarios antes del 5 de octubre.
La central, más allá de responder a las acusaciones vertidas por Martín Segura, y señalar sus constantes acciones fraudulentas de igual naturaleza con otras administraciones, como la de La Línea o Melilla- donde tiene abierta una imputación y no puede ejercer actividad durante un año-, ha recordado que son precisamente las administraciones, en este caso de la ciudad, Gobierno local y Delegación, las responsables de contratar a este tipo de empresas sin solvencia. “Licitan muy barato, van al mínimo, y nos deja un capítulo más de impagos”. Precisamente por ello, le han pedido a las dos pagadoras que activen los mecanismos que les confiere la Ley de Contratación del Sector Público para, con ello, proceder a la rescisión del contrato.
Las versiones de una y otra parte se oponen. El administrador único alega que le se le debe 45 facturas. Argumento que para los comisionistas tampoco juega como excusa, “porque es sabido cómo funcionan los procedimientos en el sector público”. Por su parte, tanto Ciudad como Delegación esgrimen que no deben ni un céntimo. “Hemos hablado con la consejera de Economía y Hacienda, y nos asegura que todas las facturas están pagadas. Al igual que nos comentan desde Delegación del Gobierno”. Y en ese trance de responsabilidad, los empleados continuar sin ver percibir sus correspondientes pagos entre manifestaciones directas amenazantes por parte del directivo.
Pero, además, en ese juego de pasarse la pelota no ha entrado ninguna formación política, como expone con sorpresa la central. “Es muy de extrañar que ningún partido se haya interesado por el centenar de empleados que no tienen para pagar las facturas”, ha dicho Lara.
