viernes. 26.04.2024

Salir a la calle en estos días, para hacer las compras necesarias o ir al trabajo, no nos ofrece una imagen de cotidianeidad. Mascarillas, guantes, distancias de seguridad... un panorama que se nos antoja complicado de asumir para los mayores, para los que somos plenamente conscientes de la situación. A partir del próximo lunes, los menores serán los que puedan salir a la calle. Pero ¿cual es la repercusión psicológica para los niños?.

 

Lo primero que nos recomienda Lola Escalante, decana del Colegio de Psicólogos de Ceuta, es hacer "un trabajo previo" con los niños. "Hablarles de que hay que llevar mascarillas porqué un bichito nos puede hacer daño. No ocultarles la verdad, pero tampoco aterrorizarles. Jugamos con una ventaja: los niños no piensan en el futuro con la gravedad con la que podemos hacerlo los mayores", nos cuenta. De hecho "es recomendable, por ejemplo, que ellos sean conscientes de que los guantes y las mascarillas también se las ponen los padres, que lo vean como algo normal".

 

Escalante también indica que "es complicado que los niños desarrollen agorafobia, puesto que esta es una conducta que se desarrolla a partir de la adolescencia. Sin embargo, si ellos no quieren salir a la calle después de 45 días encerrados en casa, o estando en la calle quieren volver a casa, lo recomendable es hacerles caso".

 

Los pequeños "son plenamente conscientes de que algo pasa, incluso los más chicos del hogar, aquellos niños que aún no son capaces de expresarse". Ocurre que "el lenguaje corporal de los padres ellos lo palpan, por lo que ante unos padres con miedo y nervios aparentes, ellos reaccionarán de la misma manera". La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos "es psicológica, que aprendan a afrontar la vida sin miedos pero con consciencia de lo que ocurre, dejarles herramientas para poder desenvolverse".

¿Cómo preparar a los niños para volver a la calle?