viernes. 26.04.2024

Reinventarse o morir. Es la frase a la que parecen acogerse los libreros ceutíes en esta pandemia, en la que la mayoría de clientes están encerrados por el confinamiento o los negocios cerrados al público. En este Día del Libro, no habrá rosas con cada publicación -tradición que poco a poco llega a Ceuta- en nuestra ciudad, pero si tenemos la oportunidad de adquierir nuevos títulos.

 

África García Molina, propietaria de "Librería Totem", es una de las que reparte a domicilio. "Lo hacemos de dos maneras: o a través de la web Happy Ceuta o, si es en las cercanías de mi tránsito habitual del trabajo a la casa -sigue acudiendo a la librería, aunque esté cerrada al público- lo hago yo misma. Generalmente, la gente suele pedir mucho libro infantil y juvenil, aunque en mi caso me están pidiendo mucho temario de oposiciones o libros de derecho", explica. Si ha detectado que "hay gente que nos pide libros sobre epidemias, principalmente relacionados con la Gripe Española de 1920".

 

Su homólogo de "Librería Sol", José Bentolila, también señala que "nos piden mucho material de papelería y otras cosas que sirven para aligerar el confinamiento, como acuarelas o pinturas". Sol sigue abierta al público "con un horario más reducido y con las restricciones propias" en cuanto a las distancias de seguridad. En su caso, no nota "que se pida algún libro en especial, más allá de las novedades que el mercado ofrece en estos momentos". En el caso de Sol "hemos reactivado nuestra web, y también repartimos con Happy Ceuta".

 

Minu Sunderdas, propietaria de "Krispi" señala que "seguimos manteniendo el contacto con nuestra clientela, que es fundamental" y que por un pedido mínimo de seis euros "repartimos, a través de Happy Ceuta, aunque el encargo hay que hacerlo a nuestra librería". Principalmente "mucho material de oficina y las novedades", aunque si ha detectado que "algún que otro libro de autoayuda se nos pide también". Sunderdas explica que "los clientes pueden venir a nuestra librería: nos encargan el pedido, y durante un par de horas se lo damos, levantando la persiana para entregarlo y sin necesidad de contacto físico". En el caso de "Krispi" también les solicitan mucho "fotocopias o impresiones para los estudiantes", que en ningún caso "suponen sobrecoste para el cliente".

 

Así pues, leamos. Siempre fue evocador y, quizá, nunca tan necesario como en estos tiempos de confinamiento.

 

 

 

El libro llega a domicilio en tiempos de pandemia