Cerca de 200 personas se han reunido este viernes entre las 11:30 y las 12 en la Gran Vía, frente al Palacio Autonómico. Empresarios y trabajadores de la hostelería, hartos y preocupados mortalmente por la situación que está arrastrando a sus negocios y puestos de trabajo al despeñadero.
A la pandemia, el confinamiento, los gastos de adaptación a las medidas de seguridad se suman ahora el toque de queda, y para rematar un nuevo recorte horario que les obliga a cerrar a las 8 de la tarde, cuando la mayor franja de actividad del sector se produce entre las 10 y las 12 de la noche, sin contar el ocio nocturno que habitualmente lo hace aún más tarde. Una tormenta perfecta que ni las ayudas que llegaron durante el confinamiento, ni los ERTES hacen más que paliar. Los anuncios de nuevas medidas económicas, más de lo mismo.
Lo que reclaman es su derecho a trabajar. Poder cerrar a las 12 de la noche, y ganarse el pan honradamente. Para tal motivo se han concentrado, para poder visibilizar su situación “No queremos dar el cante como lo estamos haciendo, lo que queremos es negociar una solución y poder trabajar”
Además, han criticado la actitud de Sanidad, que no les ha concedido el permiso solicitado para poder realizar el acto, “tratándoles como criminales” cuando han reconocido en todo momento que la hostelería ha actuado correctamente siempre, y que no tiene culpa en los contagios, con solo un 0,38% de los mismo en locales del sector.
Otros sectores se concentran y van a la huelga, han recordado, piden explicaciones sobre porque a ellos no se les permite.
También critican la falta de dialogo, ya que el ejecutivo no ha atendido sus peticiones de reunión para negociar soluciones, y no será hasta la tarde de este viernes – a las 18:00h – cuando el presidente de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix, podrá, por fin, en nombre de la hostelería discutir la cuestión con Vivas en un reunión.
Se han recogido más de 900 firmas de apoyo a la concentración y sus reivindicaciones en unas pocas horas, y sumando, empresarios, trabajadores, familiares, clientes, y proveedores, la fuerza que pueden reunir, es arrolladora.
