En el carnaval de 2020, alguna referencia había al coronavirus. El chiste del chino que aparecía en el escenario y el resto de la gente echaba a correr, historias sobre la tos. El mundo aún no se tomaba lo suficientemente en serio la amenaza que lo paró en seco y lo obligó a resetear. Nadie podía imaginar, por aquel entonces, que semanas después de aquel carnaval todos estaríamos encerrados y muertos de miedo.
Había ganas de volver a salir, a abrazarse, a sentir. Había, también, ganas de carnaval. Pero han tenido que pasar tres años para que recuperásemos la normalidad absoluta. Para tener un carnaval como el de 2019 o 2020: sin mascarillas, sin restricciones de aforo. Con vida y mejillones.
A eso se refería el consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, que junto a la delegada de Festejos, Adela Nieto, y la reina del carnaval, María Hernández, se puso detrás de la barra para servir "quinientos kilos de mejillones", especificaba. "Ya había ganas de carnaval, ya había ganas de un programa carnavalesco normal y sin restricciones", confesaba el consejero.
En aquel 2020, el pregonero fue Francisco Sánchez Carrasco, "Pando". Un trienio después, es su tía Julia la encargada de dar el pregón. "Estoy con los nervios a flor de piel, pero estoy convencida de que va a ser un pregón histórico", nos dice. Julia tiene el pregón listo "desde septiembre", y tiene muchas ganas "de vivir este carnaval", que difícilmente olvidará.
Como tampoco lo olvidará José Miguel Romero. El autor de 'La conquista del pan' sabía que "era difícil entrar en semifinales, pero el sueño siempre está ahí". Romero anticipa que "la intención es que el año que viene volvamos al Falla, pero ojalá haya muchas más agrupaciones de Ceuta" en el coliseo gaditano. La comparsa ha gustado tanto "por ser algo sencilllo, diferente, que nos permitiera diferenciarnos del resto de grupos" de su nivel. Ahora "toca disfrutar del carnaval, y del carnaval de Ceuta".
Entre Cádiz y Ceuta. Entre Antonio Martín y Martínez Ares y Valeriano Hoyos. Así transcurre, también, el recital de la orquesta "Algarabía", que versiona con muchísimo gusto coplas históricas del carnaval tanto de un lado como de otro. Da igual si es 'Caleta' o 'Los alquimistas' lo que canta el grupo. La gente tararea, la gente tiene ganas de disfrutar un carnaval como los de siempre. De mejillones y, sobre todo, de vida.
