sábado. 04.05.2024

Incienso, mirra y bitcoins

Si Jesús de Nazaret naciera en unos días, probablemente, en lugar de oro, sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente le traerían bitcoins. Los bitcoin no son más que una de las cientos de criptomonedas que circulan actualmente por la red, quizás, por ser la primera, también la más famosa. Pero much@s de l@s que habéis escuchado hablar de criptomonedas os preguntareis, ¿quién crea estas monedas? ¿de dónde obtienen su valor? ¿quién verifica su validez?. Pues bien, en este artículo intentaremos dar, de una manera sencilla, respuestas entendibles a estas y otras cuestiones.

Lo primero que se nos podría plantear es ¿qué son los bitcoin?. Cuando hablamos de dinero, normalmente se nos viene a la cabeza una moneda, un billete o una transacción comercial en el que algo tiene un valor establecido y para obtenerlo, intercambiamos ese valor por otro objeto, en este caso, dinero, pero cuando hablamos de criptomonedas, la cosa cambia ya que un bitcoin no deja de ser una sucesión de ceros y unos agrupados y circulando por la red. Por ello, podríamos plantearnos como es físicamente un bitcoin, y la realidad es que no es físicamente de ninguna forma ya que un bitcoin no es más que un número aleatorio y único de un tamaño determinado que se genera con un programa de ordenador. Podríamos imprimir ese número en un papel o escribirlo a bolígrafo en una servilleta y seguiría teniendo el mismo valor, ya que su valor no reside en el soporte sino en el número en sí, podría ser un código QR o un archivo de nuestro ordenador, etc.. ¿Quién le da el valor entonces a esta moneda? Cuando tenemos en nuestras manos un billete de cualquier país que conozcamos su moneda, tenemos claro que detrás del valor de ese billete hay una serie de organizaciones que “imprimen” más o menos moneda, haciendo que su valor se deprecie o crezca en función de los mercados. Son estas entidades quienes ponen valor al dinero. Tenemos ejemplos conocidos, como el Irán que está apareciendo últimamente en las noticias por las protestas ciudadanas, entre otras muchas cuestiones, por su moneda tan devaluada. De hecho, el Rial, la moneda de Irán ha llegado a tener un valor de cambio frente al dólar de más de 24000 riales por dólar. Su billete de mayor tamaño es de 100.000 riales y una de sus monedas más corrientes en uso es de 1000 riales.

 

Ante esto, SatoshiNakamoto, pseudónimo del creador de bitcoin, en Noviembre de 2008 creó esta moneda. El bitcoin como he dicho anteriormente es un número con unas características especiales, y el valor de esta moneda, no lo determina ninguna entidad gubernamental ni bancaria, el valor lo determinan los propios usuarios de la moneda en función de la confianza que se le otorga trás su uso. Esto, que parece extraño, es la base fundamental de este sistema. Es más, cualquier de l@s que estais leyendo estas líneas, podría descargar el software que genera los bitcoin y crear su propia moneda, en la red hay cientos de ellas, solo tendríamos que convencer a la gente de que esta moneda es fuerte y segura y que con ella se pueden realizar verdaderas transacciones, lo cual no es tan sencillo.

 

¿Podría alguien entonces crear bitcoin y pagarnos con ellos sin que tengan un valor real? La respuesta es un NO rotundo. Las criptomonedas son algo similar a lo que nosotros conocemos como firma digital. Cuando nosotros queremos realizar operaciones digitales de organismos oficiales, como puede ser hacienda, debemos previamente obtener una firma digital, esta firma, que no deja de ser una sucesión de letras y números, en informática se conoce como un hash, estará respaldada por una organización como puede ser por ejemplo la Fábrica de Moneda y Timbre Española, que será la responsable de certificar que es esa firma y no otra la que corresponde a nosotros. ¿Entonces, bitcoin tiene una entidad que certifica sus monedas? No, bitcoin funciona con una tecnología llamada Cadena de bloques o Blockchain que viene a ser una especie de “libro contable” que todos comparten en la red y que todos certifican. De manera que cuando yo le envío un bitcoin a otra persona, se genera un bloque en el que queda registrada la transacción, este bloque, codificado, se añade al Blockchain y se distribuye por la red, de forma que todo el mundo sabe que a partir de ahora, ese o esos bitcoins ya no son mios sino que pertenecen a otra persona. El blockchain lo poseen todos los usuarios de la red bitcoin, y aunque la red o la conexión se perdiese, solo necesitaríamos a un solo usuario con la copia del libro para poder certificar la veracidad de una transacción. Por tanto, y para que nos entendamos, sería algo parecido a si tuviéramos un libro en el que tuviésemos la información de cuántos euros tiene cada persona que los usa y cada vez que comprásemos algo, todas las personas que usaran euros, anotaran que una cantidad pasa de ser propiedad de un@ a otr@ usuari@, con una salvedad, no sería necesario conocer el nombre de la persona que los posee, sino tan solo su “firma digital” para comprobar que efectivamente coincide con la “firma digital” del propietari@ de esas criptomonedas.

 

¿Y cuántos bitcoin existen? El número de bitcoins es limitado. La propia naturaleza de esta moneda, que como hemos dicho antes es un número con unas características determinadas, lo hace limitado. Según su creador, no podrán existir más de 21 millones de bitcoin. Durante el tiempo en el que escribo esto, el valor de un bitcoin es de 12666.5 € pero su valor va fluctuando. ¿Y qué es eso de minar bitcoin? La minería de bitcoin es una forma de crear más monedas. Cada vez que se produce una transacción, hay que generar un bloque codificado con unas características complejas, todos los ordenadores de la red bitcoin, se pondrán a buscar el número aleatorio que cumpla con esas características. Debido a la complejidad de esos cálculos, se necesita gran potencia de cálculo y por ello, existen personas que crean equipos especializados que permiten acelerarlo. Los “mineros” lo que hacen es certificar que las transacciones son “legales”, es decir, que se han realizado entre quien dice que lo han hecho y por la cantidad y el momento que indican los bloques del blockchain.

 

Cada vez que un minero, consigue una cadena, llamada hash, que certifique la veracidad de una transacción según las complejas especificaciones, recibirá 25 bitcoins como recompensa, estos nuevos bitcoins pasarán a la circulación y serán dados de alta en el blockchain para tod@s tengan constancia de su existencia.

 

¿Es cierto que esta moneda es ilegal? Nunca ha sido ilegal el bitcoin. Lo que si es cierto es que se ha asociado en numerosas ocasiones con organizaciones ilegales o con transacciones no demasiado lícitas. El motivo de ello, es que al ser una moneda que no está controlada por ningún organismo de ningún país y al ser anónimas las transacciones, ya que solo conocemos las firmas digitales de las personas pero no a quien pertenece esa firma, se ha usado en el internet profundo para realizar transacciones ilegales sin dejar ningún rastro. Sin embargo, hay numerosos sitios en internet y empresas de brokers que nos permitirán de una forma segura comprar tanto bitcoins como otras de las muchas criptomonedas que existen actualmente. De hecho, ya hay muchas empresas que han empezado a aceptar criptomonedas como pago, junto con otros medios como PayPal, visa, o las transferencias “de toda la vida”.

 

La gran ventaja de las criptomonedas, es que, al no tener un intermediario, no hay comisiones en las transacciones y por tanto, el coste de las mismas se puede abaratar. Ese era otro de los grandes objetivos de su creador, ya que estos intermediarios podían “hundir o levantar” una economía en función de su poder e intereses, derrocando incluso a gobiernos mediante la devaluación de sus monedas.

 

Quizás en un futuro no muy lejano, los bitcoin u otras también muy conocidas como Litecoin, Ethereum o Ripple, sean parte de nuestras monedas habituales, y podamos usarlas para pagar en un supermercado o cualquier comercio mediante nuestros dispositivos móviles.

Incienso, mirra y bitcoins