La militancia popular afronta ilusionada el XIX Congreso Nacional del que saldrá elegido el sucesor de Mariano Rajoy, el que sin duda ha sido el mejor presidente de nuestra corta historia democrática. El nuevo dirigente asumirá innumerables retos, pero sin ninguna duda, el principal será recuperar la confianza de nuestro electorado, pues no podemos obviar como en los últimos años hemos dejado escapar más de 3,5 millones de votos.
Por primera vez seremos los militantes quienes decidamos libremente quien conducirá la nave popular hasta los próximos comicios. No obstante, debemos ser plenamente conscientes que este proceso podría suponer la ruptura de nuestro partido. Para evitarlo, debemos garantizar la transparencia del proceso electoral, velando por la igualdad de derechos de todos los afiliados. Así mismo, debemos garantizar a todos los candidatos la igualdad de oportunidades, asegurando la neutralidad de la organización del Partido.
Como militante de base del Partido Popular agradezco a Mariano Rajoy los años de dedicación, esfuerzo y sacrificio, pero aún más el haber depositado en todos nosotros su confianza para decidir quién será nuestro próximo presidente. Mi apoyo, mi trabajo y mi compromiso en este complicado proceso serán para Pablo Casado, pues estoy totalmente convencido que es la persona que puede dar el golpe de timón que nuestro partido necesita.
Pablo Casado representa los valores del Partido Popular, los valores del partido en el que milito desde 1999, pero también los valores de quienes creemos firmemente en los principios fundamentales de nuestra Constitución. Un joven dirigente político perfecto conocedor de la idiosincrasia de nuestra formación y de la sociedad española. Por todo ello, estoy totalmente convencido que Pablo Casado será el mejor presidente, pero también lo estoy de que una vez finalice este proceso democrático, y gane quien gane, yo estaré a las órdenes de quien la militancia decida.