sábado. 04.05.2024

Borgen

A los hombres de partido lo que les importa no es la justicia, sino la victoria. No quieren dar la razón, sino únicamente tenerla". Es una de las múltiples frases para enmarcar, si acaso no lo es el libro entero, de "Conciencia contra violencia", de Stefan Zweig. Ha querido la casualidad que acabase su deliciosa lectura horas antes de las Elecciones Andaluzas.

 

Unas elecciones que dejan varias conclusiones. La primera de ella es la agonía del bipartidismo y la decrepitud del régimen socialista. La alternativa, el cambio, el fin de ciclo también llega a una región en la que, como ocurriera en Euskadi con el PNV, la gente pasaba de política y por eso votaba al PSOE. Susana Díaz, esforzada hasta hartar en presentarse como una andaluza más, esta a punto de culminar ese proceso y meterse en la piel de miles de personas de su/nuestra generación. La del parado crónico a mitad de la vida y sin oficio ni beneficio.

 

Esto nos deja también a VOX como invitado especial a la fiesta. Pero no nos alarmemos del qué, preguntémonos por qué: 400.000 andaluces no es poca cosa, por mucho que el 40% de la población decidiese que tenía cualquier cosa mejor que hacer antes que votar. No es sólo El Ejido, irreductible aldea gala de la derecha andaluza. Es el entorno más rural o el más urbanita, los 'voxtos' se reparten por las ocho provincias. Un voto que hay que procurar entender, pero es legítimo. Los doce escaños de esta formación, nos guste o no, llegan bendecidos por las urnas, no con tanques ni comandos especiales. Algo está pasando.

 

El PSOE -no solo el andaluz- siente como el suelo se abre bajo sus pies: desde que Pedro Sánchez volviese a liderar a los socialistas, su bagaje electoral se traduce en el peor resultado de la historia andaluza y en un pírrico aumento en las últimas catalanas. Podemos  no recoge el voto desencantado de la izquierda y la política tiene reservada una curiosa ironía al 'nuevo' PP de Pablo Casado:  tiene San Telmo más cerca que nunca con los peores resultados de su historia en Andalucía.

 

Así pues, hay un claro triunfador, a la espera de dilucidar si VOX llega para quedarse o no. Ciudadanos, que además obtiene triunfos en ciudades importantes. Eso si: ahora toca dejar el cubata en la barra del bar y salir al centro de la pista a bailar. Cualquier opción de Gobierno pasa por Juan Marín. De lo que haga y, sobre todo, como lo explique, puede depender que Albert Rivera acabe a un cuarto de hora de Moncloa o repartiendo currículums junto a la aún presidenta andaluza. Sanlúcar de Barrameda no está en el norte de Europa -ya quisieran-, pero el argumento de la serie "Borgen" puede calcarse a orillas del Guadalquivir...

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