sábado. 04.05.2024

José Luis Perales

A mi con José Luis Perales me pasa como lo mismo que con Pizo Gómez,  la Mirinda de limón o los históricos del PSOE que cada cuatro años firman un manifiesto en defensa de la Constitución: me lo evocan y vuelvo a mi infancia. A mis compañeros más jóvenes, directamente, les tengo que explicar quien era. Un valiente, en el caso del conquense: en Estados Unidos pedían amor a los niños Michael Jackson (en fin), Bob Dylan, Lionel Ritchie y Bruce Springteen, y en España salió el a pedir que los niños cantasen en paz con un par de chiquillos tan monos como repelentes. Era lo que teníamos a mano, y el hombre la verdad cumplió con creces y como pudo.

En un país tan dado a la cantinela, corrió como la pólvora aquello de "tener más problemas que una canción de Perales". Cuando no le preguntaba a ella quien era el, se lamentaba de que se hubiera dado el piro largándose a navegar en un velero que, encima, se llamaba libertad o componía o componía canciones como 'Morir de amor' para Miguel Bosé. Y con el negalotodo comparte desde ayer no sólo un puñado de buenos ratos musicales, sino una desagradable circunstancia: a  los dos los dieron por muertos, y ambos tuvieron que salir a la luz pública a decir que, en todo caso, de parranda como el amigo Blanco Herrera. Que aquí está el tío, vivito y coleando.

Me gustó el encaje de Perales ante esta hijoputez sin límites. Aguantando la risa como pudo, especificaba que estaba cenando en Londres con su hijo y que no, que quería desmentir que hubiera sellado el pasaporte. No he hablado nunca con el, pero no se por qué, me cae bien. Es un tío con el que no me importaría tomarme un par de cañas. Y creo que no se merece esto.

Dos hechos a analizar, ahora completamente en serio: los medios de comunicación desmintiendo una noticia que al parecer nadia había publicado y la gente colgando en redes sociales canciones, fragmentos de letras y recordando aquellas vacaciones familiares con "Te quiero" sonando en interminables colas entre Madrid y Benidorm. A nadie le dio por contrastar la noticia: el postureo, primero. "Se ha ido parte de mi vida", "Serás eterno, José Luis", "con lo que le gustaba a mi abuelo"... Desde el recuento electoral en Génova 13 de hace un par de semanas o entre los colchoneros antes de que rematara Sergio Ramos en Lisboa no he visto tanta velocidad borrando post en Facebook y Twitter. Luego decimos que si nos la cuelan por todos lados: es ver un muerto y querer ser la viuda más doliente de todas las redes sociales. Pero no nos paramos ni dos minutos en contrastar. Algo, háganme caso, tremendamente sencillo en este tiempo.

Disfrute usted de Londres, don José Luis. No conozco la City, pero creo que en Ceuta se come bastante mejor. Así que si viene por estos pagos, servidor dispuesto a pagarle ese par de cañas y, si es temporada, acompañadas de volaores. A seguir bien, maestro.

José Luis Perales