martes. 15.10.2024

Es terrorismo de género, ¡actuar, ya!

 

Quería hablar del acuerdo que ha realizado el PSC, pero en estos momoentos es imposible no centrarme en otra cosa que no fuera la tremenda noticia que conocimos hace dos días. Un hombre, denunciado vairas veces por violencia de género y con una orden de alejamiento envigor, dispara a su ex mujer hasta cinco veces en la puerta del colegio del propio hijo, quien se encontraba delante y vio que su padre, la persona que se supone que es una de las más importantes para el, le arrebataba la vida a su otra mitad, a su madre, para luego suicidarse.

 

Ayer el día siguió como si nada. Unos cuantos Twitter, denuncias de la oposición para exigir el Pacto de Estado y el típico minuto de silencio. Y ¿sabéis qué os digo?.

 

Qué todo es mentira. Que hasta que no nos creamos que esto es terrorismo de género y cómo tal hay que actuar, jamás vamos a erradicar esta vergüenza para la humanidad. Hasta que no nos creamos que la misma culpa tiene el hombre que dispara, como el cuento de la princesa que si acabó al final comiendo perdices, todo seguirá igual. ¿Por qué?

 

Porque la violencia de género es desigualdad, y la desigualdad es una línea que va desde el origen hasta el desenlace. Y no sigamos, por favor, con las campañas que dicen exclusivamente que la mujer tiene que denunciar, porque en este caso ella denunció. Ella hizo todo lo que tenía que hacer y el sistema le falló.

 

El mismo hombre, antes de cometer el atentado de género, se saltó la orden de alejamiento relativa a la comunicación y fue detenido, pero quedó en libertad porque según dicen no fue tan grave el hecho como para ir a prisión. Y ella estaba catalogada como de riesgo medio. ¿Riesgo? ¿De verdad existe la capacidad de ponerse en la mente de un maltratador y asegurarse de que jamás va a hacer nada? ¿Cuando se cogía a un miembro de la banda terrorista de ETA, también se decía si era leve, medio o grave?. No. Era un terrorista.

 

El control no da tregua, no avisa, no se previene. El control no desaparece. Queda mucho por hacer. Mucho por aprender, demasiado que concienciar. Y termino como empecé, algo falla en la sociedad cuando somos capaces de seguir con nuestras vidas de una manera normal, mientras nos están aniquilando.

 

Ojalá estuvieran los balcones llenos de la bander a de la igualdad. Ojalá llegue el día en que de verdad digamos ¡Basta ya!. Ojalá llegue el día en que todos y todas pensemos en ese niño de cuatro años.

 

Otro niño más huérfano.

 

Otro niño más marcado.

 

 

Es terrorismo de género, ¡actuar, ya!