sábado. 18.05.2024
FÚTBOL

El 'PicoGate' acaba con la trayectoria de Luis Rubiales, que dimitirá mañana

La trayectoria de Luis Manuel Rubiales Béjar al frente de la Real Federación Española de Fútbol acaba de una manera insospechada hace solo una semana. El ex jugador del Levante UD presentará mañana su dimisión al frente del fútbol español tras su comportamiento en el palco de la final del Mundial femenino entre España e Inglaterra. 
Luis Rubiales, presidente de la RFEF
Luis Rubiales, presidente de la RFEF

Las dos principales federaciones deportivas de nuestro país viven momentos de cambio. Pero si en una de ellas, el traspaso de poderes de Jorge Garbajosa -flamante presidente de la Federación Europea de Baloncesto- está rozando lo modélico y permitirá que en cuestión de semanas Elisa Aguilar se convierta en la primera mujer al frente del deporte de la canasta en España, en la de fútbol se está convirtiendo en todo un escándalo nacional e internacional.

Ya saben -¿quien lo ignora, de hecho, a estas alturas?- que nos referimos a Luis Manuel Rubiales Béjar. Un jugador no muy destacado, con una modesta trayectoria en el Levante UD donde se le recuerda como "pundonor" por su garra en el campo, y que tras colgar las botas dirigió su trayectoria a los despachos. Primero, al frente de la Asociación de Futbolistas Españoles y luego a la presidencia de la RFEF tras que el Villarato concluyese entre registros, detenciones provisionales e imputaciones.

Rubiales dejará, mañana, de ser presidente del fútbol español. A medida que la polémica por su beso a la jugadora Jennifer Hermoso en la entrega de premios tras el histórico triunfo ante Inglaterra ha ido creciendo, su suerte parecía echada. Incluso ha servido de confrontación entre el Gobierno en funciones y la oposición, debido a que es hijo de Luis Manuel Rubiales: alcalde de Motril (Granada) por el PSOE, partido que abandonó tras verse salpicado por el 'Caso ERE'. Desde el PP acusaban al Gobierno de protegerlo por su vinculación con el PSOE y su supuesta amistad con Sánchez; desde el Gobierno se anunciaba que, o dimitíea, o se ponía en marcha un alambicado mecanismo a través del Tribunal de Arbitraje Deportivo y el Consejo Superior de Deportes para forzar su cese.

El antiguo 'Pundonor' Rubiales no dimite por la extraña decisión de llevarse la Supercopa de España a Arabia Saudí. Rubiales no renuncia por sus mensajes hablando de negocios con Gerard Piqué, "Rubi y Geri" ni por sus aireadas polémicas con la Liga de Fútbol y Javier Tebas. Tampoco por aquella fiesta subida de tono en Salobreña (Granada), que acabó con el propio Rubiales abonando el dinero de lo que había costado, ni por viajes en buena compañía a Nueva York con la excusa de ampliar horizontes para la RFEF.

No. El hombre que comenzó cesando a Lopetegui a falta de 24 horas para un Mundial por el acuerdo de este con el Real Madrid dimite por las consecuencias de un beso. Por la sensación de bochorno que produce a un país entero tanto el beso como el gesto obsceno de llevarse las manos a salva sea la parte en el palco donde las chicas, las meritorias futbolistas españolas, escribían el capítulo más dorado de sus vidas. Y deja, como lección para tiempos futuros, una lección: en los palcos, cuando se representa a una Federación en una competición internacional, hay dos opciones: o un comportamiento ejemplar como el de Garbajosa o coger el camino. Para bien o mal, este país ha cambiado desde que Tina Sáez fuera la estrella de "Las Ibéricas F.C."...

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