Rodrigo Sánchez destacó primero en su faceta de violinista y después, siguiendo la estela de su hermano Pepe, que fue el primero que abrió camino, en su desarrollo educativo. Rodrigo logró acceder al programa de la prestigiosa universidad americana de Yale y después al programa de los Colegios del Mundo Unido en el que cursó en Armenia su formación de bachillerato.
Ahora, recién llegado del país asiático, ha ofrecido unas charlas en varios centros educativos de la ciudad, concretamente en ‘La Inmaculada’ y en ‘El Camoens’ en las que ha explicado su experiencia en este programa, las ventajas que ofrece, las puertas que abre para el futuro y el proceso para poder acceder a ellas, a través de este enlace.
Están al alcance de cualquier alumno mayor de 16 años y tienen en cuenta el expediente educativo del mismo, así como una entrevista personal que determina si el candidato puede optar a una de las 1.200 plazas que ofertan al año en todo el mundo.
“Aunque parezca muy difícil hay que intentarlo” afirma rotundo Rodrigo, quien es un vivo ejemplo de que se puede lograr, sin quitar mérito al esfuerzo que supone.
Para él ha sido una experiencia enriquecedora, que le ha ayudado a “abrir la mente” y que le abrirá muchas posibilidades de cara a conseguir una formación superior en algún centro de calidad para el futuro.
Un futuro que el brillante alumno vislumbra en el mundo de la música, como violinista profesional, lo que ha sido su sueño desde pequeño. Un camino por el que ya ha avanzado algunos pasos con gran lucimiento, como su paso por la CISO o la actuación en 2019 durante su participación en los cursos de verano de la Escuela Internacional de Música de la Fundación Princesa de Asturias, en Oviedo, donde como broche final tuvo la oportunidad de tocar para la Reina Letizia.
También ha obtenido, este año, el premio Apolo del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), la agencia espacial española, en la modalidad de música.
Rodrigo anima a todos los estudiantes a intentar acceder a estas becas de Yale, asegurando que la experiencia que ha vivido en ellas compensa todo el esfuerzo y permitirá a quienes la obtengan una senda a una formación avanzada que puede garantizar un futuro prometedor.
