La Línea no se rinde, por mucho que el Gobierno de la Nación haya rechazado su petición de convocar un referéndum para que sus habitantes se pronuncien sobre si quieren convertirse en ciudad autónoma, sigue insistiendo en esta vía. Y lo hace de la única forma que puede en este momento, mediante la presentación de un recurso al Supremo contra la decisión del ejecutivo de rechazo al referéndum.
Y es que, desde el Ayuntamiento de la localidad campogibraltareña creen que sus circunstancias excepcionales son suficientes para que este territorio tenga la misma consideración de Ceuta y Melilla, por lo que quiere, en primer lugar consultar con los vecinos esta posibilidad, y, de ser positiva la respuesta, lograr que se le otorgue dicho estatus.
Es cierto que, al igual que Ceuta y Melilla, La Línea es una ciudad fronteriza, con Gibraltar en este caso, por lo que la salida del Reino Unido de la UE ha generado no pocos quebraderos de cabeza a sus habitantes, además, desde su ayuntamiento se ponen sobre la mesa problemas singulares que tienen que ser aprobados en su territorio, como las importantísimas tasas de desempleo y el auge del contrabando y el narcotráfico. Precisamente estas dos últimas cuestiones han contribuido a que la imagen de la La Línea sea la de un municipio inseguro, con la delincuencia como protagonista, algo con lo que también tiene que lidiar el ayuntamiento.
En lo que se refiere al desempleo, de cada tres linenses, tan solo uno tiene empleo en la ciudad, otro está en paro y el tercero trabaja en Gibraltar, es decir, a día de hoy, más de 11.000 españoles trabajan con un empleo estable en la colonia, una cifra que asciende hasta los 14.000 si se tiene en cuenta a quienes realizan trabajos puntuales. La falta de oportunidades, de formación o de expectativas de futuro han contribuido de forma considerable a ese auge del narcotráfico del que les hablábamos anteriormente.
Es improbable, en cualquier caso, que el Supremo vaya a fallar a favor del Ayuntamiento de La Línea para la celebración del referéndum, sin embargo, desde esta localidad lo tienen claro, van a seguir reclamando un trato especial y poniendo sobre la mesa los problemas específicos a los que se enfrentan.
