Pocos casos han conmocionado tanto, pocos han desatado tantas conversaciones en los últimos años en Ceuta como el de Javier Guerrero. Hombre conocido durante décadas por su trayectoria médica, consejero de Sanidad durante parte de esta legislatura, aspirante a liderar el PP durante meses y que, finalmente, acabó postulándose como candidato a presidir la Ciudad con un partido propio, Ceuta Avanza, que permanece en prisión preventiva desde el pasado mes de enero por un supuesto caso de abusos a menores.
En la mañana de este lunes, se ha celebrado una vista de apelación -a puerta cerrada, puesto que el caso sigue bajo secreto de sumario- a solicitud del abogado defensor de Guerrero, Javier Cabillas. El motivo no era otro, según fuentes cercanas al caso, que el que Cabillas dispusiera de más tiempo para exponer sus argumentos en favor de la libertad provisional -con o sin fianza- del conocido galeno. Guerrero no ha estado en Ceuta; sigue recluido en una prisión peninsular desde mediados del pasado mes de enero. Se espera una resolución rápida del caso, puesto que cuando hay causas con preso suele haber una mayor celeridad por parte de los tribunales.
El fallo no se dará a conocer hasta pasados un par de días, una vez que los magistrados -Fernando Tesón, Emilio Salinas y Rosa De Castro- analicen los argumentos tanto de la defensa como de la Fiscalía y de la acusación particular. Esta la ejerce, en nombre de la Ciudad Autónoma, el letrado Javier Izquierdo. Desde el entorno de Guerrero se muestra cierta sorpresa por la negativa de la Acusación a que el ex consejero de Sanidad salga en libertad provisional.
De todos modos, el abogado podría presentar un recurso en caso de que fuera denegada la libertad de su defendido, ante el mismo tribunal. Para ello, tendría que alegar una posible modificación de situación personal del recluso con un argumento que modifique el anterior recurso de apelación, como pudieran ser motivos de salud. En cuanto a la figura de la prisión preventiva, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos considera que debe establecerse si los magistrados consideran el riesgo de que el sospechoso no comparezca en el juicio o se sustraiga a la justicia de que pueda alterar o destruir pruebas, o intimidar a testigos, de que pueda cometer nuevos delitos o riesgo de reincidencia, riesgo de que la libertad pueda causar desorden público o alarma social riesgo de que pueda atentar contra las víctimas. Es, en cualquier caso, una norma muy general y respetando mucho las decisiones de cada tribunal y cada país.
Guerrero seguirá, en cualquier caso, en prisión al menos hasta el jueves, toda vez que el Tribunal haya examinado las pruebas y argumentos. Lleva en la cárcel desde que el pasado 9 de enero fuera detenido en su domicilio por parte de la Guardia Civil, tras una investigación de casi un año de duración y después de que se registraran su domicilio particular y sus consultas tanto privada como del Hospital Universitario de Ceuta. La defensa de Guerrero ha solicitado, en varias ocasiones, su puesta en libertad siendo sistemáticamente denegadas hasta la fecha.