La finalización del Protectorado español y el nacimiento del actual Marruecos trajo a Ceuta a personas e instituciones que residían en el vecino país. Ceuta acogió, desde 1956 no solo a poblaciones enteras (por ejemplo, muchos pescadores agrupados en la Almadraba y realojados posteriormente en los Grupos Juan XXIII) sino algunas entidades. En aquellos años en los que el fútbol había llegado para quedarse, no fueron pocos los equipos que trasladaron su sede a territorio español.
Por ejemplo, el Algeciras C.F. se fusionaba en la temporada 56/57 con el España de Tánger. Otros equipos como el Atlético de Tetuán se trasladaron a nuestra ciudad. Surgía entonces el Club Atlético de Ceuta, que durante años disputó la Segunda División española (a principios de los 50, fue el primer y hasta la fecha único equipo de la África continental en jugar en la máxima categoría), y que es la actual Agrupación Deportiva Ceuta F.C.
Con unos registros más modestos, a Ceuta llegó también en aquellos años el Imperio de Riffien. Un equipo nacido en Castillejos, en el cuartel que la Legion tenía en el acuartelamiento de Dar Riffien. Estaba en Tercera División en el momento de la independencia magrebí, fusionándose posteriormente con algunos clubes ceutíes, como el Betis de Hadú o el Hércules.
El Imperio de Ceuta no fue un equipo dependiente en exclusiva de la Legión, aunque si fuertemente vinculado con el Tercio. De hecho, prácticamente todos sus directivos pertenecieron al Tercio, cuya simbología puede apreciarse en el escudo del conjunto. Y, como tantos otros equipos, se aprovechó del Servicio Militar Obligatorio para tener a jugadores llamados a filas procedentes de equipos de Primera División (Jorquera, Endika, Camarasa, Antonio Gómez o el waterpolista Manel Estiarte, entre otros). Caso de Macanás o Jordi Vinyals, ex jugador de Barça, Betis u Real Oviedo.
El conjunto imperial militó durante buena parte de los sesenta en Tercera División, categoría en la que concurrió por última vez en la temporada 87/88. Esta fue, además, la última ocasión en la que dos equipos ceutíes (el otro era la Unión África Ceutí) coincidieron en la categoría, que perderían ambos al final de esa campaña. El Imperio fue un equipo polideportivo, llegando a tener secciones en otros deportes, como el balonmano. Quien sabe si en esa sección, hubiera llegado a jugar alguien que eludió "la mili" alegando sordera, como fue Iñaki Urdangarín.
Fue cantera, también, de buenos jugadores locales como Paco Anta, May, Paquiti, Panadero, Ávila, Rafa Vinuesa o un 'futuro Primera', como Julio Soler, ex de Albacete o Betis. Tras un intento de reactivar el equipo hace una década, el Imperio languidece, quien sabe si a la espera de reverdecer viejos laureles, como ocurre con aquellos Diamante, Velarde, Serrallo, Atlético Miramar, U.A. Ceutí u O'Donnell entre otros.
