jueves. 02.05.2024

Esto va por barrios, y por épocas: la alegría de los madridistas suele ser el quebranto de blaugranas y colchoneros, y viceversa. Esta temporada,  o al menos en esta semana, la miel parece ser para los blancos: eliminaron, tomándose la venganza del pasado año, al Manchester City -en lo que va camino de ser, si no es ya, todo un clásico del futbol continental-,  mientras que el FC Barcelona y el Atlético de Madrid se quedaron con la miel en los labios. Doble alegría, pues, para un Real Madrid que, encima, recibe este fin de semana a los culés en el Bernabéu. Una victoria local supondría, en la práctica, dejar vista para sentencia la carrera por la Liga.

Hasta aquí, somos conscientes que no hemos dicho nada que cualquier aficionado al deporte rey no sepa. Pero ocurre que, si hablamos de gran día para el madridismo y estamos en Ceuta, todos sabemos que a continuación tienen que aparecer ellos. Dudú, y su mascota; sea burro o caballo. Y, efectivamente, como el himno de la Champions al inicio de cada partido, se cumplió la tradición.

Dudú, con su chilaba hecha de detalles madridistas. 'Furia', un simpático y dócil pony, ataviado con una bandera madridista. El hombre, con un cayado que coronaba también un escudo blanco. El animal, disciplinado y mimoso ante las caricias y fotografías del personal. Pero eso si, un consejo del gran Dudú a sus amigos -muchos- del Barça: "paciencia". Quienes lo conocemos (algo así como media Ceuta y parte de la otra) sabemos que de la que las cosas vengan bien en Can Barça, el primero en salir a exhibir su pena con alguna vestimenta será el propio Dudú. Como también sabemos que si el Ceuta asciende o, conjugación estelar mediante, España es campeona de Europa la celebración de Dudú y Furia (bautizó a un burro como Van Bommel tras la final de Sudáfrica 2010) está garantizada.

Esta, y no mensajes superficiales de tipos sin educación,  mal vestidos y podridos de millones, es la esencia del fúbol. Esto, buen humor y guasa entre aficionados, es lo que convierte al bendito invento británico en el más universal de los deportes. Quizá esta estampa costumbrista, local y entrañable sea parte de aquellas "toneladas de nobleza" que un Premio Nobel de Literatura, como Albert Camus, dijo haber encontrado en el deporte rey.

Dudú y 'Furia' no faltan a su cita con la victoria del Real Madrid