El recuerdo de Vanesa Martín sigue pesando en el corazón de la comunidad ceutí cinco años después de su trágica desaparición. Aquel fatídico 26 de febrero de 2019, la confirmación mediante análisis de ADN confirmaba lo peor: el cuerpo quemado encontrado el 13 de ese mismo mes en un bunker frente a Juan XXIII pertenecía a Vanesa Martín. Había sido reportada como desaparecida por su familia el 6 del mismo mes, tras no regresar del Mercadona del Almadraba, donde había ido a comprar leche para su hijo más pequeño.
Desde entonces, el caso de Vanesa Martín ha sido un tormento constante para sus seres queridos y para la comunidad en general. A pesar de que su desaparición movilizó a cientos de ceutíes, que salieron a las calles el 22 de marzo de 2010 exigiendo justicia, los años han pasado y el caso sigue sin resolverse.
Las autoridades declararon el caso de Vanesa como una prioridad, asignando hasta tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía para investigarlo. Sin embargo, el tiempo ha seguido su curso y los avances en la investigación son escasos, sin que se haya encontrado a ningún sospechoso ni se haya llevado a juicio a ninguna persona relacionada con su muerte.
A pesar de la movilización ciudadana tanto en redes como en las calles, demandando justicia y exigiendo el esclarecimiento del caso, la falta de información nueva ha impedido cualquier avance significativo. El dolor y la rabia persisten en la sociedad ceutí, que aún espera respuestas sobre lo que sucedió aquella fatídica noche.
Vanesa Martín, una mujer de 38 años y madre de tres hijos, encontró su triste final aquel día de febrero de 2019. Sus restos descansan desde aquel 27 de febrero en el cementerio de Santa Catalina, mientras su memoria sigue viva en la lucha incansable de quienes la amaron y exigen justicia en su nombre.
El silencio es tan profundo que lastima nuestros oídos. Hariri Murukami