viernes. 26.04.2024
SANIDAD

Un niño de 6 años con el brazo fracturado, a Marbella tras no encontrar traumatólogo en Ceuta

Un niño de 6 años fue trasladado el pasado sábado a Marbella para ser tratado de un fractura de brazo ante la falta de traumatólogo en Urgencias. El pequeño, que jugaba un partido de fútbol, vivió una auténtica odisea durante varias horas. Según sus padres "el médico que tenía que estar en el Hospital decidió que no era urgente" y les citó para su consulta médica en la jornada de ayer.
Urgencias del Hospital Universitario/ Archivo
Urgencias del Hospital Universitario/ Archivo

Como tantos otros niños, el protagonista de nuestra historia comenzaba el fin de semana jugando un partido de liga con su equipo, el Puerto. El menor, de 6 años de edad, sufrió un encontronazo al final del encuentro con otro contrincante, "con tan mala suerte que, al caer, se dió un fuerte golpe en el codo. Son cosas que ocurren en un partido de fútbol, y no hubo mala intención por parte del otro chiquillo. Simplemente, tropezó y cayó encima de mi hijo, que en ese momento al caer apoyó el brazo", cuenta la madre a Ceuta Televisión.

Sin embargo, ahí comenzó una auténtica odisea. "De entrada, no había ningún médico en el Pabellón de La Libertad -fuentes de la Federación de Fútbol aclaran a Ceuta Televisión que no organizaban el evento- , por lo que nos fuimos a la Clínica Septem, al ser nosotros mutuarios del ISFAS. De ahí, nos derivaron a Urgencias del Hospital Universitario". Un procedimiento habitual, pero el principio de una jornada muy larga. "En triaje, le hacen una radiografía de cúbito y radio, y se aprecia un fractura. La jefa de Urgencias llamó al especialista, que determinó que no era una emergencia y nos citó el martes a las 09.50 horas en su consulta". Según el relato materno, eran las 14.30 horas del  sábado 29 de abril.

Entretanto, el niño "rabiaba de dolor. Viendo la respuesta del médico, decidimos irnos fuera. Cogimos el primer barco para el que había billletes, a las 19.30 horas, porque encima había puente y estaban todos los billetes vendidos". De ahí "nos marchamos a la clínica Quirón de Marbella, donde entramos de Urgencias. Alucinaron bastante cuando les contábamos que veníamos de Ceuta. El trato fue espectacular, del mismo modo que por parte del personal del Hospital Universitario. La diferencia: llamaron a la traumatóloga de Urgencias, que no estaba en el edificio, y se encajó en el hospital en quince minutos", explica la madre.

Ahí se presentó una duda: intervenir quirúrgicamente o proceder a un tratamiento con anestesia, pero sin pasar por el quirófano. Se optó por lo segundo, aunque tampoco pudo ser completo "porque el niño, que venía con un ataque de ansiedad e hiperventilando, no terminó de quedarse dormido con la anestesia, por lo que el pobre se enteró de todo", cuenta la madre al borde de las lágrimas. Para que nos hagamos una idea, y por expresarlo gráficamente: se trataba de unir las partes del brazo que estaban separadas con una serie de vendas elásticas. Algo que "si no suponía pasar por el quirófano, había que hacer si o si, porque eran las 22.30 horas y el brazo del pequeño comenzaba ya a correr serio riesgo. Además, cuando se inició este tratamiento y nos dimos cuenta que la anestesia no le había hecho efecto al niño, no se podía parar".

El pequeño "quedó ingresado en la Clínica esa misma noche, y al día siguiente nos dieron el alta". Sin embargo "acudimos a la cita programada con el médico que nos tendría que haber atendido" en Ceuta. La actitud del médico "fue muy condescendiente con el niño, llamándole campeón, y nos propuso hacer el mismo tratamiento que le hicieron en Marbella, hasta que se dio cuenta de que traía el brazo entero escayolado", lo que delataba que el tratamiento estaba ya hecho.

El galeno, siempre según el relato materno, "nos preguntó que hacíamos ahí. Nosotros le explicamos que habíamos ido a pedirle explicaciones porque la doctora nos dijo que el no quería venir a atender al niño, a lo que el nos respondió que era responsabilidad nuestra decidir si venía o no al Hospital. ¿Cómo no vamos a querer que a nuestro hijo de seis años, con un brazo roto, lo atienda un traumatólogo?", se pregunta.

Y una vez más, una reflexión en voz alta que empieza ya a sonar a clásica en muchos pacientes. "Suerte que nosotros tenemos un seguro privado, y la disposición de poder irnos a una clínica privada, en este caso a Marbella. Pero ¿y si no hubiera sido así? ¿Y aquellas personas que no dispongan de ese seguro privado, qué les hubiera pasado?"....

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