sábado. 04.05.2024
AÑO NUEVO

La tradición de las 12 uvas: un legado cultural arraigado en la Nochevieja

La costumbre de comer 12 uvas al son de las campanadas se ha convertido en un ritual arraigado en la cultura española que estamos a escasos días de volver a celebrar. Pero, ¿cuál es el origen de esta tradición tan enraizada en la Nochevieja? Una mirada a los orígenes y el simbolismo que rodea a este gesto nos transporta a una práctica que va más allá de lo festivo que se remonta a finales del siglo XIX, vinculado a la venta de excedentes de uva en Alicante

Las Uvas de la Suerte en el Mercado Central / Daniel Hernández
Las Uvas de la Suerte en el Mercado Central / Daniel Hernández

Al acercarnos al final de cada año, los españoles se preparan para una de las tradiciones más arraigadas y coloridas: las 12 uvas que, al compás de las campanadas, marcan el inicio del nuevo año. Este ritual, aparentemente simple, tiene sus raíces en el siglo XIX y se ha mantenido como una práctica venerada, convirtiéndose en un símbolo de buena fortuna y esperanza.

El relato más popular sobre el origen de esta costumbre nos lleva a 1882, cuando los viticultores de la región de Alicante, con un excedente de producción de uva, idearon una estrategia de marketing para vender su excedente. La idea fue promover la ingesta de uvas al compás de las campanadas, con el objetivo de deshacerse del exceso de cosecha.

Desde entonces, la tradición de las doce uvas se ha convertido en una manera de celebrar el cambio de año y desear buena fortuna para los meses venideros. Con el tiempo, esta propuesta se convirtió en una tradición ineludible que se extendió rápidamente por toda España.

La razón detrás del número de uvas (doce) no está clara, sugiriéndose que representan los doce meses del año o las doce campanadas. Sea cual sea el significado, la creencia popular sostiene que al comer las doce uvas al ritmo de las doce campanadas se augura un año próspero.

El simbolismo detrás de cada uva va más allá de su sabor dulce y jugoso. Cada una representa un mes del próximo año, y al comerlas se hace un deseo por cada mes venidero. Algunos sugieren que el éxito al consumirlas está en llevar el ritmo adecuado con las campanadas, una tarea que requiere práctica y coordinación.

La tradición de las 12 uvas ha trascendido fronteras y se ha adoptado en diversas partes del mundo, aunque con variaciones culturales. Desde celebraciones multitudinarias hasta encuentros íntimos en el hogar, el ritual se mantiene como un recordatorio simbólico del cierre de un ciclo y el comienzo de uno nuevo, lleno de esperanza, deseos y propósitos.

En cada hogar, la mesa se viste con una bandeja de uvas dispuestas cuidadosamente, listas para ser consumidas con la ilusión de un futuro próspero y bendecido. La tradición de las 12 uvas se ha convertido en un pilar cultural que une a las familias y a la sociedad en una celebración que trasciende lo festivo para convertirse en una expresión de optimismo y renovación.

A pesar de las adversidades, las doce uvas siguen siendo un símbolo de esperanza y buenos deseos, manteniendo su lugar como parte integral de la bienvenida al Año Nuevo en España y en otras partes del mundo, donde se celebra con entusiasmo y renovadas expectativas para el año que comienza.

La tradición de las 12 uvas: un legado cultural arraigado en la Nochevieja