Quiero recordar que existe una comisión de seguimiento de los acuerdos plenarios que está cerrada por defunción, una comisión que debería de convocarse de manera inminente para atajar la drástica situación que padece esta ciudad. Ceuta no puede ser la víctima del descontrol, la apatía y la falta de ideas. Existe una mezcla explosiva entre el Gobierno y cierta oposición, además de una inhabilitación por parte de una ciudadanía que no sabe, porque nadie ha creído en ella, que su participación es primordial para cambiar la ruta política y mejorar la vida de la población.
Cuando entras a formar parte de una Asamblea hay que ejecutar y fiscalizar. El puesto va con la palabra y la acción, y no puede ser que dos tercios de los acuerdos plenarios caigan en el olvido, por no decir en el tintero, ni que las interpelaciones no sean un auténtico paradigma de control.
Esta práctica, la de no saber lo que se trata, hace que las propuestas se repitan y lo que un día votaron que no hoy voten que sí, y lo que votaron que sí, al no hacerse efectiva, vuelvan a llevarlo al pleno para salir tumbada.
Por tanto, es lógico que más que insistir en los mismos temas una y otra vez, hay que convocar esa comisión de seguimiento y exigir por todas las vías lícitas la ejecución inmediata de la palabra y las actas, y ajustar a los próximos presupuestos las que se queden sin partida.
De lo contrario la política se convertirá en lo que es, un juego absurdo de reproches y vanidades, insultos y avaricias.
No hay conexión entre la sociedad y nuestros dirigentes porque no hay ilusión, mucho menos confianza.
Por poner directamente un ejemplo, ¿hemos contado los momentos en los que se han pedido cláusulas sociales para una contratación, licitación o adjudicación? Y una segunda pregunta ¿Éstas se practican? NO.
Sin lugar a dudas, creo que es hora de publicar en un ausente Portal de Transparencia todo lo que queda irresuelto, pendiente. Creo que es el momento ideal para que el ejecutivo de Vivas, antes de presentarse como las marmotas a las elecciones, se examine y transmita sus objetivos y proyectos reales, también lo que prometió y jamás cumplió. Esta es la única manera para que los plenos sean efectivos e inmunes.
Y a los partidos de la Asamblea les pido que en sus listas no lleven personas para figurar sino para trabajar.
Aún se me cae la cara de vergüenza de ver cómo se llenan algunos y algunas los bolsillos únicamente por levantar una mano, pues ni a las comisiones van.
Ya lo decía Max Weber: la persona que se dedique a la política debe tener amor apasionado por su causa, ética de su responsabilidad y mesura en sus actuaciones.