No solo los católicos; cualquier persona con un mínimo de sensibilidad por la historia y el arte vio con pena como ardía Notre-Damme de París a principios de abril. Mirar a la histórica catedral del orbe parisino ha sido no sólo un placer para turistas, sino que ha inspirado alguna última voluntad célebre. Antes de ser pasto de las llamas, y tras maldecir al Papa Clemente y al Rey Felipe el Hermoso, Jacques de Molay pidió pasar sus últimos momentos abrazado a su cruz y mirando a Notre Damme. Con la muerte del Gran Maestre de la Orden del Temple y el cumplimiento de su tétrico vaticinio (en efecto, tanto el Pontífice como el Monarca murieron en seis meses, como les advirtió), se creía cerrada la historia del temple. Pero no.
662 años después de aquel capítulo y 1.956 kilómetros más al sur, nacía Juan Sergio Redondo Pacheco. Hombre de actualidad en las últimas semanas, dada su vocación de ser presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Para buena parte de la ciudadanía, Redondo es simplemente “el candidato de VOX”. Los que le han tratado más a lo largo de los años pueden hablar de una persona de trato sencillo y agradable conversación, en la que los mismo aflora su época de futbolista -formó parte de aquel Goyu Ryu que jugó en División de Honor de juveniles, equipo al que también perteneció en sus años mozos Mohamed Alí, lider de Caballas - o sus sólidos conocimientos históricos. Es, además y como otros tantos candidatos, hombre de profundas convicciones religiosas.
Hasta el punto de que Redondo pertenece, con el rango de cronista, a una de las organizaciones herederas de la Orden del Temple en España. Concretamente, a la Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalén. A pesar del nombre y de mantener en su estructura algunas denominaciones de la mítica entidad -Priorato, Gran Maestre, etc- la Orden no parece tener el fin de reconquistar la ciudad con más peso religioso del mundo. Antes al contrario, y en su página web, prefiere objetivos como “Promover virtudes cristianas, defender el orden social, practicar obras de misericordia, de beneficencia y caridad. Propagar las nobles tradiciones de la antigua caballería. Patrocinar los estudios históricos, heráldicos y genealógicos, particularmente en relación a la antigua tradición templaria”. Redondo accedió el pasado año al puesto de Cronista, tras la renovación de los órganos de Gobierno de la Orden.
Una particularidad más, en el plano personal, de las muchas de los candidatos que concurren a las Elecciones Autonómicas.
