El fatídico suceso ocurrió en Barbate, donde dos miembros destacados de la Guardia Civil, David Pérez Carracedo y Miguel Ángel González Gómez, perdieron la vida en un enfrentamiento con narcotraficantes. Este trágico episodio vuelve a vestir de luto a la familia de la Guardia Civil, recordando la constante amenaza y riesgo que enfrentan los agentes en el ejercicio de su deber.
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), ha expresado un sentido pésame a las familias de los dos compañeros caídos en cumplimiento del deber. La pérdida de David y Miguel Ángel ha dejado un profundo dolor en la institución y en toda la sociedad, que reconoce el sacrificio y la valentía de estos agentes.
Es evidente que la labor de la Guardia Civil implica riesgos constantes, como señala el reconocido autor Arturo Pérez-Reverte, quien afirma que a esta institución "nunca se le llama para nada bueno (...) Si lo que iban a hacer allí fuera fácil, seguro, cómodo o bien pagado, otros habrían ido en vez de ellos”". Sin embargo, los agentes continúan cumpliendo con su deber con profesionalismo y entrega, incluso en situaciones de extrema peligrosidad.
Ahora todo serán condolencias, fotos y promesas; pero a los guardias civiles de Barbate no sólo los han asesinado unas bestias impunes con una narcolancha, sino también la pasividad y la cobardía de treinta años de ministros de Interior y de Justicia españoles. pic.twitter.com/r071b7SYv6
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) February 10, 2024
El hecho de que los asesinos hayan sido identificados como narcotraficantes refleja la gravedad de la situación en zonas afectadas por el tráfico de drogas. La Guardia Civil, junto con otras fuerzas del orden, enfrenta a una red criminal que actúa con total desprecio por la vida humana y la autoridad.
APROGC destaca la necesidad de abordar la problemática del narcotráfico con medidas contundentes, como el fortalecimiento de los recursos humanos y materiales, el endurecimiento de las penas para los delitos relacionados con el tráfico de drogas y el establecimiento de zonas conflictivas para proteger a los agentes y sus familias.
"En medio del dolor y la consternación, se recuerda la valentía y el sacrificio de los agentes caídos, así como la necesidad de garantizar la seguridad de quienes continúan luchando contra el crimen organizado. La memoria de David, Miguel Ángel y de todos los compañeros fallecidos exige justicia y un compromiso firme con la protección de los agentes de la Guardia Civil en su ardua labor diaria."
"Para terminar", apostillan "es de reseñar la cruel coincidencia del destino que hacía solo 8 días que se cumplían 44 años del atentado de Ispáster, donde murieron 6 guardias civiles a manos de dos comandos de ETA, y que dio lugar a la formación del GAR. El que históricamente haya tenido la Guardia Civil que pagar en sangre cada cambio era algo que se creía que el Ministerio del Interior había tomado nota, y que nunca volvería a repetirse. Ahora debemos decir, otra vez, que nunca DEBERÍA volver a repetirse. Ya que encima que tienen a los mejores a sus órdenes, y peor pagados que a los demás, deberían saber valorarlos. David, Miguel Ángel y el resto de sus compañeros se lo merecen. Y su memoria lo exige.
D.E.P., compañeros."
