La mayor constante es el cambio. Durante años, la mañana del 6 de enero solía transformar las calles de Ceuta en un bullicio festivo. Niños y adultos se congregaban para disfrutar al aire libre con los regalos traídos por los Reyes Magos. Sin embargo, esta escena ha ido desapareciendo gradualmente en los últimos tiempos, dejando atrás una tradición que marcaba el día de la Epifanía.
La costumbre de sacar a las calles los juguetes recibidos en Navidad ha perdido su lugar privilegiado en el imaginario colectivo. Ahora, la mayoría de los regalos se disfrutan en el interior de los hogares ceutíes. Los muñecos, juegos de mesa y, sobre todo, los omnipresentes videojuegos, son disfrutados en el ámbito doméstico, donde el ambiente familiar y la comodidad de los espacios privados parecen ser preferidos.
Este cambio en la forma de celebrar el Día de Reyes podría atribuirse a diversos factores. Por un lado, la evolución tecnológica ha introducido en el mercado una amplia gama de entretenimiento digital, capturando la atención de niños y jóvenes. Los dispositivos electrónicos como tablets, consolas de videojuegos y teléfonos móviles se han convertido en los protagonistas de esta jornada, atrayendo a los más pequeños hacia la comodidad del hogar.
Asimismo, la preocupación por la seguridad y el ajetreo cotidiano en las calles también ha contribuido a este cambio. Los padres se muestran más cautelosos respecto a dejar que sus hijos salgan a la vía pública con los regalos, optando por un ambiente más controlado y seguro en casa.
La transformación de las tradiciones, el avance de la tecnología y las nuevas formas de ocio en el hogar han marcado un giro en la manera en que se vive el Día de Reyes en las calles de Ceuta. La quietud matinal en los espacios públicos contrasta con el bullicio y la algarabía de tiempos pasados, evidenciando un cambio generacional y cultural en la forma de celebrar esta fecha tan emblemática para la infancia.
