domingo. 05.05.2024
CETI

El CETI trabaja con INGESA para abordar la atención a la salud mental de sus residentes

Las asociaciones Elin y No Name Kitchen denunciaban este fin de semana la situación del CETI y la falta de atención a la salud mental de sus residentes después de que la pasada semana se produjera el que parece el segundo suicidio de uno de ellos en lo que va de año. Unos suicidios sobre los que la Delegación del Gobierno asegura que aún no están confirmados, ya que las investigaciones continúan abiertas. Pese a ello, han señalado a Ceuta Televisión, el CETI ya trabaja con INGESA para dotar de la atención necesaria a los inmigrantes que residen en el mismo.

Imágenes de residentes del CETI durante la Marcha por la Dignidad / Archivo
Imágenes de residentes del CETI durante la Marcha por la Dignidad / Archivo

La muerte de Mamadou Balde, un joven de 18 años natural de Guinea Conakry residente en el CETI el pasado miércoles generaba la indignación entre las entidades que de forma habitual trabajan con los inmigrantes que residen en esta instalación. Una indignación que manifestaban Elin y No Name Kitchen en un comunicado que remitían a los medios y en el que señalaban, entre otras cuestiones, que los compañeros del joven fallecido, “tras haber podido comprobar el deteriorado estado de su amigo, informaron de su preocupación a la dirección del CETI hace más de una semana. Sin embargo, desde el centro no se tomaron medidas al respecto”. 

Unas acusaciones sobre las que la Delegación del Gobierno en Ceuta ha evitado pronunciarse en conversación con este medio, señalando que no pueden realizarse declaraciones al respecto sin pasar por el ministerio correspondiente. Pese a ello, lo que sí señalan desde la representación del Gobierno de España en la ciudad es que por el momento no se ha declarado de forma oficial que el fallecimiento del joven fuera un suicidio, tampoco en el caso del inmigrante que aparecía muerto en las inmediaciones de las instalaciones del CETI el pasado 26 de enero, pues ambas investigaciones siguen abiertas.

Dos posibles suicidios que, en cualquier caso, ponen de manifiesto para las entidades denunciantes la necesidad de una atención hacia la salud mental de estas personas que, en muchos de los casos, han tenido que enfrentarse a situaciones traumáticas en su camino hasta nuestro país que acaban generando trastornos que, de no ser tratados, culminan en situaciones dramáticas como las vividas en la ciudad en últimas fechas. Así, desde Elin y No Name Kitchen reclamaban este fin de semana que se actúe poniendo en marcha las siguientes medidas:

  • Que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones destine más recursos y garantice medidas eficaces y un mayor número de profesionales que aseguren un acompañamiento psicológico y social integral para todas las personas residentes que lo necesiten, teniendo en cuenta que han vivido experiencias muy violentas y, en muchas ocasiones, traumáticas. 
  • Que desde la dirección del CETI se priorice el traslado a la península a aquellas personas que precisen de una atención especializada. 
  • Que se ofrezcan herramientas eficaces adaptadas a las diferentes lenguas maternas centradas en la salud mental y la prevención del suicidio. 
  • Que se facilite formación a los profesionales para prevenir, detectar y abordar estas situaciones 

A este respecto, desde la Delegación del Gobierno se ha trasladado a este medio que la dirección del CETI ya está abordando la cuestión de la salud mental de sus residentes con el INGESA y se trabaja para poder dotarles de la atención pertinente en los casos que sea necesario. Pocos datos más han trascendido acerca de qué tipo de atención sería la que recibirían los residentes del CETI, más si tenemos en cuenta la carencia de especialistas en la materia en el ámbito sanitario de la ciudad.

El CETI trabaja con INGESA para abordar la atención a la salud mental de sus residentes