sábado. 04.05.2024
CIENCIA

Ceuta, 'presente' en un innovador tratamiento contra el cáncer de mama

Un tratamiento contra el cáncer de mama "triple A negativo", el más agresivo y el que más afecta a las mujeres jóvenes, se está experimentando con éxito en animales de laboratorio. Ocurre en España, en la Universidad de Salamanca, en unos trabajos dirigidos por el doctor Atanasio Pandiella. Estos trabajos han sido financiados, en parte, gracias a lo recaudado en las sucesivas carreras del Día de la Mujer por la Asociación Ceutí de Mujeres Mastectomizadas

Como ocurre a tantos científicos como él, Atanasio Pandiella puede ir tranquilo a un supermercado, o un restaurante: sabe que no se le van a echar encima buscando una foto legiones de fans o que ningún medio de comunicación mostrará el mínimo interés por una instantánea de sus vacaciones, su familia o no se le grabará delante de un "photocall" en el estreno de la última película. Pero como ocurre a tantos otros como el en nuestro país, su trabajo -silente, constante, árido- tiene como objetivo uno de los fines más evocadores a los que se pueda consagrar el ser humano: acabar con el cáncer de mama.

Pandiella no trabaja en EEUU, Alemania o Reino Unido -opciones ha tenido, pero siempre prefirió estar cerca de su Asturias natal- sino en Salamanca. Tampoco maneja ingentes cantidades de dinero; conoce perfectamente Ceuta porque tiene en ACMUMA uno de sus mejores aliados. De hecho, la contribución de la Asociación Ceutí de Mujeres Mastectomizadas -básicamente, lo logrado en las últimas ediciones de la carrera del Día Internacional de la Mujer- ha sido clave para su último descubrimiento, para atacar de raiz al cáncer de mama más agresivo: el "triple A negativo". Ese dinero ha servido, concretamente, para adquirir los animales de laboratorio en los que ha dado resultados positivos un fármaco que, "con toda la prudencia del mundo", y entrando en los terrenos de la industria "podría estar disponible en cinco años".

 

El científico, que insiste durante su entrevista en que no quiere generar falsas expectativas, explica que "el cáncer de mama se divide en tres: hormonal con estrógenos, HER2 positivo y el tercero, que es el más agresivo: el triple A negativo. En realidad, no sabemos muy bien el origen de este tipo de tumor, peo si sabemos que es el más agresivo y el que afecta a las mujeres más jóvenes".

El equipo de Pandiella ha logrado "detectar que existe una proteina, llamada BET, que ejerce una función vital en la sintetización de los tumores. De alguna manera, es como si fuese el jefe o capataz, la que controla que el resto de proteínas se sinteticen". El último trabajo ha conseguido "crear inhibidores de estas proteínas, para que no tengan ese efecto de organización en el resto". De un modo gráfico "es como si a un coche le pinchamos la rueda y, encima, le ponemos el cepo o como si en una guerra hacemos prisionero al general que dirige las tropas y le cortamos las comunicaciones".

 

El ensayo ha tenido un "éxito total" en los ensayos con animales. A partir de ahora, queda desarrollar el trabajo y comercializarlo; algo que podría estar -si todo sale bien; insistimos en la prudencia para no generar falsas expectativas- en cinco años como máximo. La "filosofía" del medicamento no es "solo aislar esta proteina, no es curativa: es erradicar el cáncer". Ahora, hay que seguir experimentando para detectar "posibles efectos secundarios" en la vacuna.

Pandiella recalca, una vez más, la gratitud hacia entidades que, como ACMUMA, recaudan cantidades de dinero en todo el país para destinarlo a investigaciones como las que dirige en la Universidad de Salamanca. Pero, al margen del montante económico, hay un componente de moral: "los científicos pasamos muchas horas aislados, en laboratorios, trabajando desde la mañana hasta la noche, sin descanso. Que gente que no tiene por qué tener una formación científica sea capaz de entender lo que hacemos, de esforzarse para enviarnos cantidades de dinero aunque sean modestas, significa un empujón y una motivación extra. Hace que nuestro trabajo merezca la pena".

Así pues, si esto cristaliza en un fármaco que erradique el cáncer de mama en su vertiente más agresivo, Ceuta habrá estado presente. De una manera simbólica, modesta, pero fundamental en un descubrimiento que, ojalá, acabe entrando en la historia por derecho propio.

Ceuta, 'presente' en un innovador tratamiento contra el cáncer de mama