Al mediodía de ayer miércionoles, una noticia se colaba en los informativos nacionales: un hombre se había atrincherado con un arma en un domicilio de la localidad valenciana de Alcira. Estaba armado, y al lugar se habían desplazado rápidamente cuerpos de seguridad, negociadores incluídos, que sin embargo no pudieron evitar una tragedia más: horas después el individuo había matado a su ex mujer, a la que había citado en pleno proceso de separación con la excusa de hablara. del destino de la casa que ambos compartían. El se suicidó también. Desgraciadamente, en estos casos el orden de los factores si altera el producto...
Son ya cuarenta las víctimas en lo que llevamos de año, con tres en las últimas 72 horas. Al crimen de Alcira se les une otro en la localidad salmantina de Béjar: una mujer de cuarenta años cuya muerte tuvo lugar horas antes de la de Alcira. Algo no va bien; no iría con una sóla víctima, pero este verano está siendo, por desgracia, especialmente sangriento.
Un dato llama la atención, obviamente tras el principal: solo cuatro de las víctimas mortales de este verano habían denunciado previamente a sus parejas o ex parejas. Hablamos de diecinueve asesinatos desde que comenzara la temporada estival. El 016, hay que recordarlo una vez más, está operativo las 24 horas del día durante todo el año, en varios idiomas y adaptado a posibles deficiencias auditivas de la persona que llama. Que, recordemos, no tiene por qué siempre ser la víctima, sino cualquiera que intuya el horror avecinarse.
Hoy, las ciudades de toda España han vueto a alberggar concentraciones de repudio y solidaridad. En Ceuta ha sido en la Plaza de los Reyes, con el delegado del Gobierno encabezando el simbólico minuto de silencio. Por desgracia, hasta la próxima vez...
