Pascual González fue un cantante de sevillanas. Pero mucho más que eso: fue el hombre que, con sus Cantores de Hispalis, llevó el género por el mundo entero. Y de los primeros en escribirle y cantarle a las drogas ("Vivimos la era del crack"..), a la homosexualidad ("Nació a imagen y semejanza de Adán, y el corazón de Eva"), y dejó piezas que hablaban de algo más que de Sevilla y su belleza. Su "Sueño Surrealista", en el que soñaba con un encuentro con Pelé, Neruda o Ray Charles, con un toque hippy; su "A Bailar" con el que consiguió ser número uno en esa España de los 80 de tanta movida, el himno con el que glosó a su Betis del alma. Capaz de dedicarle una sevillana a Málaga, escribir el himno 'oficioso' de Huelva y de tantas cosas como quisiese.
Pascual González ha muerto hoy en Sevilla a los 72 años. El primero en anunciarlo ha sido un buen amigo suyo, el ex alcalde hispalense Juan Ignacio Zoido. Cantores ya había anunciado hacía unas fechas la cancelación de la gira "Cristo, Pasión y Esperanza", por problemas de enfermedad de uno de sus componentes.
"Era muy fuerte ir por Londres o París y encontrar todas las calles empapeladas con nuestras caras", decía en alguna entrevista. Eran sus años dorados; aquellos en los que compartían programas musicales con rockeros y poperos y en los que en 'Cantores' figuraba también Rafael Ojeda "Falín", padre del inigualable Falete. Llegaron a grabar con los más grandes, pero también fueron solidarios. Y Ceuta sabe bien de ello.
A mediados de los 90, la situación económica era angustiosa. Al cierre de la frontera de aquella época y la sentencia comunitaria que dejaba sin validez los arbitrios -es decir; sin posibilidad alguna de recaudar una sola peseta por parte del consistorio- se unía el quebranto de la sequía: entonces, no llovía y el agua había que traerla de fuera, en el célebre 'Martín Posadillo'; años previos a la inauguración de la Desaladora. La Ciudad Autónoma, que daba sus primeros pasos como autonomía, decide suspender todos los conciertos de Feria para ahorrar. "Nosotros tuvimos noticia de ello y decidimos que íbamos a actuar, gratis. Nos habían tratado de maravilla siempre, teníamos amigos allí, y no íbamos a dejar la Feria de Ceuta sin actuaciones", recordaba en una entrevista con un medio local hace años. Vinieron, dos años, a coste cero.
Ya lo cantaba, en una de esas sevillanas 'corraleras' -las más genuinas y clásicas- su propio grupo: "El palacio está triste, Postigo, el Rey ha muerto"...
