El delegado del Gobierno, Rafael García, ha presidido la entrega de sendas medallas a dos agentes de la Guardia Civil. Se trata del capitán Roberto García, galardonado con la Medalla de Isabel La Católica y el cabo Antonio Marcos Palacios, receptor de la Cruz de Plata de la Orden al Mérito Civil.
Durante la entrega de reconocimientos, el delegado ha elogiado el trabajo de ambos en la lucha contra el narcotráfico y la inmigración, tanto en zona portuaria como por tierra, además de luchar contra la venta ilegal de objetos robados, como teléfonos móviles, a nivel europeo.
De los condecorados, solo el primero tomó la palabra. La concesión tiene para el "un valor especial, porque es la sociedad civil la que lo concede y porque premia las relaciones de España con la comunidad internacional". La mayor parte de las condecoraciones "son concedidas a título individual, pero es como si de una orquesta solo se le entregara a su director. No hubiera sido posible sin que los músicos hubieran hecho que la orquesta hubiese estado perfectamente afinada".
Según el capitán "después de cuarenta años sobre unos zapatos negros y bajo un tricornio, tengo muy claro que la Guardia Civil es una aventura en la que merece la pena invertir la vida". El acto tuvo lugar en la sede de la Delegación del Gobierno.
