El sindicato UGT ha alzado la voz en defensa de los trabajadores no sanitarios del personal estatutario de las instituciones de INGESA en Ceuta. La reciente decisión de aplicar parcialmente la disposición adicional tercera del RD 118/2023 ha generado preocupación y malestar entre aquellos empleados que, aunque no desempeñen funciones sanitarias directas, contribuyen al funcionamiento del sistema de salud y enfrentan las mismas adversidades laborales.
Según UGT, aproximadamente 300 trabajadores serán perjudicados económicamente debido a esta discriminación. INGESA ha decidido excluir a personal de recursos humanos, contratación pública, servicios jurídicos, económicos, admisión, secretarías, suministros, contabilidad, almacenes, informáticos, mantenimiento, lavandería, cocina, servicios sociales, celadoras, archivos, ingenieros, telefonistas, control de tarjetas sanitarias, citas y otros, dejándolos fuera de los incentivos económicos.
El sindicato argumenta que todos los trabajadores desempeñan sus labores en las mismas condiciones y, por lo tanto, no deben ser excluidos de los beneficios que se otorgan al personal sanitario. Consideran que esta medida es desmotivadora y discriminatoria, ya que todos enfrentan cargas de trabajo y condiciones adversas similares.
UGT hace un llamado a INGESA para que evite crear una brecha económica entre el personal sanitario y no sanitario. Además, recuerda el compromiso del Gobierno y la Administración General del Estado con la Ciudad de Ceuta y su personal estatutario, a través del Plan Integral de Desarrollo Socioeconómico, el cual reconoce a Ceuta como un área de difícil desempeño y cobertura médica.
El sindicato también menciona el Acuerdo de la Comisión de Recursos Humanos del SNS, que sugiere que estos incentivos podrían aplicarse a categorías, centros o equipos multidisciplinares, no limitándose solo al profesional que ocupa el puesto de difícil cobertura. UGT considera que INGESA no puede utilizar este acuerdo de manera arbitraria y discriminatoria.
Por todo ello, UGT solicita a INGESA que, en la próxima reunión del grupo de trabajo de la Mesa Sectorial dedicado a este asunto, reconsidere su postura y garantice la inclusión de estos 300 trabajadores en el reparto de los incentivos económicos, sin importar la cantidad aún no revelada. El sindicato espera que INGESA abra un diálogo y atienda las demandas que han sido planteadas desde el principio.
El personal no sanitario se cuestiona cuáles serán las consecuencias futuras de esta medida, como posibles reducciones de plantilla, mayores diferencias salariales o una disminución en los días de descanso. Por eso, UGT enfatiza la importancia de que INGESA abra la puerta al diálogo y atienda las demandas del personal no sanitario. El sindicato espera que se encuentre una solución justa y equitativa que reconozca el esfuerzo y la contribución de todos los trabajadores en las instituciones de INGESA en Ceuta.
