El consejero de Fomento ha tratado de aclarar este jueves la situación que se ha generado en torno al desalojo de los vecinos de González de la Vega. Néstor Garcá ha explicado que el edificio en cuestión se encuentra en muy malas condiciones y que ya fue declarado en ruina, una declaración que suspendió una sentencia judicial, lo que obligó a iniciar de nuevo el expediente.
Ya en ese momento, ha señalado García, la Consejería se puso en contacto con los vecinos a los que se les ofreció acceder a las 317 viviendas de Loma Colmenar, tal y como ocurría con otras personas afectadas por derribo de sus viviendas, recibiendo la negativa por respuesta. Una negativa tras la que se convocó una reunión con Servicios Sociales a la que los vecinos o bien no acudieron, ha explicado, o bien lo hicieron con una “actitud de carácter violento”, porque, ha insistido, “ellos pedían una vivienda en el centro”.
García ha explicado, además, que existen tres informes técnicos de arquitectos que señalan la necesidad de una rehabilitación integral el edificio que requiere el desalojo por razones de seguridad, motivo porque el que la Consejería se ve obligada a desalojar a los vecinos de sus casas, ofreciéndoles, de nuevo, la posibilidad de ayudas sociales, como el alojamiento alternativo.
El consejero de Fomento ha señalado, también, que las personas que se encuentran en estas viviendas no tienen título de propiedad ni de alquiler, que se encuentran allí sin pagar nada y que, en algunos casos “son ocupas”.
García ha señalado que la única posibilidad que existe hoy por hoy es a través de asuntos sociales y que la única opción de vivienda es que se eleve una propuesta a la Comisión Local de la Vivienda, como sucedió con los vecinos de las Caracolas o Escuelas Prácticas, para valorar su situación y si pueden acceder a la próxima promoción proyectada, de 90 viviendas.
El consejero de Fomento ha criticado, además, la “mala praxis” de los grupos de la oposición, acusando especialmente a MDYC de jugar con estas personas a las que, ha insistido, no se les puede entregar una vivienda a dedo.
