Decía la introduccion de una de las más celebradas series de televisión que la historia de un país es también la de sus crímenes, por la huella que deja. Y Ceuta no es una excepción: no sólo por los sucesos endógenos, sino porque por estos lares han pasado algunos de los criminales más recordados de la historia de nuestro pais. Si hace 366 días recordábamos que el "Hombre lobo" o "Sacamantecas" murió (pinchar en negrita) en el Cuartel del Hacho; si es sabido que Manuel Delgado Villegas "El Arropiero" hizo la mili en la Legión en 1961, nos vamos a centrar en esta ocasión en el primer criminal mediático de la historia de España: José Vázquez "El Pollo Varela".
La historia comienza el 2 de julio de 1888, cuando los vecinos de la madrileña calle de Fuencarral se despiertan ante un fuerte olor a carne quemada y petróleo. Rápidamente, encuentran el foco del incendio en la casa de doña Lucina Borcino, una acomodada viuda gallega conocida por sus obras de caridad. Esta mujer es encontrada muerta de varias puñaladas.
De inmediato, las primeras pesquisas apuntan a su hijo. José Vázquez Varela es un niño bien, heredero de una vasta fortuna y de vida licenciosa y desordenada. Pero precisamente en este desorden encuentra su coartada: la noche en la que su madre es asesinada la pasa en la cárcel por el robo de una capa. La teoría de la cárcel es rebatida en varias ocasiones dada su amistad con el director del centro penitenciario, José Millán Astray (padre del fundador del Tercio), pero finalmente no se encuentra prueba que lo vincule con un posible matricidio. La defensa, ejercida por el ex presidente Nicolás Salmerón, consigue su objetivo, en el primer juicio que despertó una gran expectación mediática y callejera y del que se hace eco el mismísimo Benito Pérez Galdós. El "Pollo Varela" no es encarcelado por la muerte de su madre, aunque sus relaciones con las criadas siempre han sido objeto de suspicacia. Precisamente, una empleada doméstica, Higina de Balaguer, paga con su vida la muertre de la señora. Todo, al parecer, en medio de un triángulo amistoso entre Varela, De Balaguer y Dolores Ávila. Esta última: una criada de la casa, cerebro de la conspiración que tenía como objetivo un robo a la acaudalada viuda. Ávila cumple 18 años de prisión y a ella, en el momento final, le espeta Higinia una frase para la historia: "Dolores: catorce mil duros".
Pero ¿cual es la vinculación de Varela con Ceuta?. Nunca se pudo demostrar que tuviese arte o parte en la muerte de su madre, pero si que años más tarde asesinó a una prostituta al tirarla por un tejado de la calle Montera. Es encontrado culpable, condenado a catorce años de prisión en la Fortaleza del Hacho, donde al margen de cumplir su pena aprende técnicas fotográficas, según descubrió hace años el cronista oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló. Logra abrir un estudio en la ciudad, que goza de cierto éxito, años antes de que el hijo de su viejo amigo funde la Legión en García Aldave. Así que si alguno de ustedes es coleccionista de fotografías antiguas o las tiene en casa, y lleva la firma de "Vázquez", no la tiren. Al margen del valor sentimental, sepan que tienen en sus manos un daguerrotipo del primer asesino mediático de la historia de España. José "El Pollo" Varela. Ya saben, como en la mítica serie: La huella del crimen.
