viernes. 03.05.2024

"No aplaudais al terminar. No estamos celebrando nada", pedía Javier Rodríguez a los alumnos del IES Almina. El director del centro tomaba la palabra a primera hora de la mañana para recordar y homenajear a Ibrahim: un alumno del instituto de las Meriníes asesinado el pasado sábado tras recibir un disparo en la cabeza. Tenía 16 años.

El acto fue sencillo: la lectura de un manifiesto por parte de Yasmina y Vera, dos alumnas del centro, y un minuto de silencio. "Escuchad el manifiesto, estemos en silencio pero oyendo lo que dice. Se trata de rechazar la violencia", volvía a advertir el veterano docente.

Unas palabras que comenzaron con una de las frases más célebres del 'Mahatma' Ghandhi: "Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego". Se recordaba como "en el Instituto pasamos un mínimo de seis años de nuesytra vida, nueve meses al año, cinco días a la semana y seis horas al día. Nuestro instituto debería ser, por tanto, el lugar seguro construido por todos y todas, donde nos unamos contra las injusticias y la violencia no sea el camino ni la solución".

 

Actualmente "se ha registrado un aumento del maltrato, en particular en los centros educativos. Los adolescentes empezamos a experimentar sentimientos, emociones intensas y nuevas sensaciones que nos conducen a la rabia y que, a veces, no sabemos gestionar. Todos vivimos en un mundo individualista, donde consideramos continuamente que todo gira a nuestro alreedor y donde se nos ha inculcado que no debemos dejar que nos pisen, pero en esa tarea hemos mal aprendido que nosotros debemos pisar primero. Y no, no se trata de marcar nuestro territorio ni dejar claro que somo slos más fuertes, que no nos toca nadie. Debemos contruir, no destruir".

La violencia "es el virus de la sinrazón. En multitud de ocasiones, puede parecer la única salida, pero realmente es la entrada a un círculo que nuna se acaba. Es muy difícil contener la violencia: la conocemos desde pequeños, lo contamina todo y cuando la situación nos supera, es difícil acudir a la razón para entender que no es la solución, sino el origen de más conflicto. Por eso, acudamos a la comunidad educativa: a nuestros profesores, al equipo de orientación y a todos aquellos que trabajan por nosotros; para hallar respuestas pacíficas entre todos y todas desde el principio antes de que todo vaya a más. Confíemos en que, todos unidos por la misma causa, podamos crear un ambiente donde la violencia no tenga lugar".

No hubo aplausos, como pedía Javier Rodríguez. Los alumnos volvieron a las aulas, antes de que el emocionado director recordase al alumno fallecido: "Ibrahim: tu instituto no te olvida. Esperemos que nadie mas tenga que acabar su camino tan pronto y de esta manera". Ojalá.

El Almina recuerda a Ibrahim, su alumno asesinado el pasado fin de semana