viernes. 03.05.2024

El mes de abril de 2022 será recordado, sin duda alguna, como uno de los meses más tensos en mucho tiempo en nuestra ciudad. Todo comenzó en la madrugada del 15 al 16 de abril, con el asesinato de Ibrahim B.: un joven de 16 años de edad que iba de 'paquete' en una moto y que recibió un disparo en la cabeza. A pesar de que fue trasladado rápidamente al Hospital Universitario, no se pudo hacer nada por salvar su vida.

 

Inmediatamente, recordemos, en el mismo recinto hospitalario comienzan los primeros momentos de tensión. Durante las jornadas siguientes, son habituales las quemas de contenedores. A plena luz del día, además, y en un sitio que cobrará una especial relevancia en el debate público: la antigua Comisaría de Los Rosales, abandonada a su suerte desde principios de siglo.

 

Un grupo de pistoleros siembra el pánico noches más tarde, disparando al aire y huyendo, horas antes de que una 'bala perdida' alcance a un joven en el costado. De momento, hay dos personas detenidas y en prisión preventiva, sin fianza. Se trata de dos mayores de edad, de 18 y 23 años.

 

Pero tras unas noches de cierta calma, el pasado viernes un grupo de jóvenes son sorprendidos disparando al aire, en esta ocasión en Los Rosales, y contra un muro. No constan detenciones.

 

Mientras, el inmueble de Los Rosales ha cobrado, como decíamos, un especial protagonismo. No son pocas las voces que han pedido su reapertura, como medida disuasoria del vandalismo en esa zona de la ciudad, castigada por la inseguridad lacerante durante años. La última, la de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, que cuenta además con el respaldo de colectivos como la Asociación Unificada de la Guardia Civil.

 

El tema, por supuesto, ha saltado al debate político. Mientras el Gobierno pide calma y que se deje trabajar a la Policía, partidos como VOX o Ceuta Ya! han acusado a los Ejecutivos autonómicos y nacionales de ser culpables del clima de inseguridad. Con argumentos distintos: para los de Abascal, esto supone una consecuencia de lo que llaman proceso de 'marroquinización' y abandono por parte de PP y PSOE; para los localistas, es la consecuencia de años de abandono social a una juventud sin futuro. Las centrales sindicales también han respaldado a los colectivos que se han visto involucrados (principalmente sanitarios) en estos altercados, pidiendo que se pongan en marcha los protocolos necesarios por parte de INGESA para evitar que vuelvan a producirse problemas como los de la noche del 15 al 16 de abril.

El mes de la ira