El Patrullero P-64 'Tarifa' llegaba este viernes al Puerto de Ceuta para realizar una escala logística y de descanso. Una escala a la que llegan después de estar patrullando en el Golfo de Cádiz y que les ha permitido recalar en nuestra ciudad. El buque, con base en Cartagena, es uno de los tres patrulleros que se dedican a la vigilancia pesquera, una labor que puede resultar desconocida para el gran público pero que es vital.
Una labor que ha podido conocer de primera mano un equipo de Ceuta Televisión de la mano del Comandante del buque, el CC Ignacio López Nevado, y del TN Jesús Ferrero Peiró, 2º Comandante. Ellos han sido los encargados de explicar, como pueden ver en el vídeo al final de esta información, cuál es su labor que pasa, principalmente, por realizar inspecciones a los pesqueros en alta mar. Para ello, embarcado junto con la dotación de la Armada, viaja un inspector de la Secretaría de Pesca, que acude a los pesqueros siempre acompañado de un miembro de la tripulación, para garantizar que toda la documentación esté en orden, el cuidado de las especies, que no se empleen artes no reglamentarias... en definitiva, que toda la actividad se desarrolle dentro de la normalidad.
Entre las infracciones más habituales, nos explica el Comandante del 'Tarifa', se encuentran las cuestiones de carácter burocrático, la carencia de algún permiso o documentación necesaria, y en muy pocas ocasiones las artes ilegales, entre otras cosas, subraya, porque la comunidad pesquera saben que ellos se encuentran realizando esa vigilancia.
Una labor de vigilancia que, en cualquier caso, va más allá de esas inspecciones y que también tiene por objetivo el cuidado y la atención a los buques españoles ante cualquier eventualidad que pueda surgir en alta mar: desde un accidente a un fallo mecánico. “Siempre cuando vamos a realizar una inspección les recordamos que nos tienen para lo que necesiten”, explica el CC Ignacio López Nevado.
Para atender cualquier tipo de situación excepcional que se pueda dar, el Patrullero P-64 'Tarifa' cuenta con una Enfermería, cuyas instalaciones son la envidia de otros muchos buques de la Armada, en la que se pueden llevar a cabo las primeras atenciones y valorar la necesidad de evacuación, que podría hacerse desde el propio buque. De hecho, explican el CC Ignacio López Nevado, y el TN Jesús Ferrero, en una de sus últimas patrullas, en la temporada del atún rojo, tuvieron que atender a un integrante de la tripulación de un pesquero después de que cayera por una escala. Su misión, insisten, no solo es inspeccionar, sino también velar por la protección de los pesqueros.
Sus patrullas pueden llevarles a sitios tan lejanos como Terranova, la zona donde los pesqueros españoles capturan el fletán, pero también a aguas del Mediterráneo, o del Golfo de Cádiz, como la que les ha traído hasta Ceuta. La duración de cada una de estas misiones suele ser de en torno a dos meses, tras los que regresan a su base.
A bordo del P-64 Tarifa prestan servicio 35 personas entre oficiales, suboficiales y marinería. Un equipo que trabaja y convive en un espacio reducido y en el que cosas que nos parecen tan sencillas como ver un partido de fútbol o una serie de Netflix no están al alcance de la mano. La lectura, la provisión de películas en disco duro o los juegos de mesa, forman parte del entretenimiento en los ratos de ocio. También el ejercicio físico en las dos salas destinadas a gimnasio con que cuenta el buque.
La comida es otro factor fundamental que en este caso llega de la mano de un cocinero, Antonio, del que confiesan que no pueden tener queja. El P-64 cuenta con una cocina amplia en la que poder cocinar para toda la tripulación desde unas buenas lentejas a un sabroso pulpo.
Eso sí, por muy buena que sea la comida, las escalas como la de este fin de semana en Ceuta se agradecen por la posibilidad de echar el pie a tierra y pasear conociendo nuevas ciudades o reconociendo las ya visitadas anteriormente. Un pequeño lujo que se aprecia más cuando un pasa varias semanas en alta mar.
