Como en la Elegía más mítica de las letras españolas, Ceuta ha sufrido un manotazo duro, un golpe helado con la muerte del pequeño Mohamed. Ya lo comentábamos ayer: ni hubiera sido decoroso, ni había la más mínima gana de celebrar nada ante la brutal noticia con la que comenzábamos la semana. Sin embargo, este jueves la ciudad quería aferrarse a la vida, a la esperanza, a la diversión, a la sonrisa. A esa ternura que, cuentan, es terapéutica para el alma y que de vez en cuando merece la pena esgrimir como modo de vida.
Ternura la que desprendían los más pequeños, disfrutando con la presencia de Santa Claus y sus pajes gracias al espectáculo navideño programado por la Ciudad Autónoma. Pero también la que desprenden esos otros seres que nos acompañan en muchos hogares, que no hablan pero a los que se llega a querer como si fuera uno mas: las mascotas. Gatos como "cutre", un egipcio -sin pelo- que llegó a la vida de Andrea hace algunos meses y que en contra de lo que se dice de sus semejantes "es muy tranquilo, no se adueña de nada, solo quiere dormir y muy bueno". Perros como "Noah" o "Bruno": nieto, madre y abuela para hacerse una foto con aquellos que son "parte de nuestra familia, como uno mas", dice la señora. Y pide "que no se abandone, que se adopte a perros de la protectora que están abandonados". La condición, recuerda Andrea Vivas, de la Cámara de Comercio, "es traer algún tipo de alimentos para perros y gatos. La comida para perros será para la Protectora de Animales y la de gatos a otras entidades relacionadas con estos animales".
Más arriba, llega el arte. La Academia Allegro es uno de los grupos que tienen que posponer sus actividades por el luctuoso hecho que conmociona a Ceuta al inicio de esta semana. Esta tarde, se desquitan, y a base de bien, llenando de arte las calles del Revellín, y parando en cada esquina. Esquinas animadas gracias a la actuación de disc jockeys.
Y un grupo, comandado por Carlos Galet, en la puerta del Museo del Revellín. Fiel a su estilo, siempre sorprende. Damos fe de que El tamborilero, 'jazzeado' gana muchos enteros.