La fascinante tradición de celebrar la llegada de los Reyes Magos, aquellos sabios de oriente que según la tradición cristiana adoraron al Niño Jesús llevando regalos de incienso, mirra y oro, se remonta a siglos atrás. Aunque su origen exacto es incierto, su conmemoración tiene raíces en antiguos rituales paganos y en el cristianismo primitivo, fusionando diversas culturas y creencias.
El relato bíblico menciona la presencia de magos de oriente que siguieron una estrella para adorar al niño Jesús en Belén. Esta narrativa se mezcló con festividades de la antigua Roma, como las Saturnales, festivales de invierno donde se intercambiaban regalos y se honraba al dios Saturno. Asimismo, en Persia se celebraban las fiestas del solsticio de invierno, época en la que se daban regalos y se festejaba el renacimiento del sol.
La festividad de Reyes Magos, como la conocemos hoy en día, comenzó a tener una forma más estructurada en la Europa medieval, particularmente en España, donde se estableció como un día de regalos para los más pequeños, manteniendo la tradición de los regalos que los Reyes dejaban a los niños que se portaban bien durante todo el año.
A lo largo del tiempo, esta festividad se extendió a otros países de habla hispana, como México, Argentina, y se integró en el calendario festivo de países europeos como Portugal, Francia o Italia, adaptando diversas costumbres y tradiciones locales.
Sin embargo, las celebraciones varían según las regiones. En algunas culturas, la noche del 5 de enero se vive con mayor intensidad, donde los niños colocan sus zapatos o calcetines para recibir los regalos dejados por los Reyes Magos. En otros lugares, se llevan a cabo desfiles y cabalgatas en las que Melchor, Gaspar y Baltasar distribuyen golosinas y obsequios entre la multitud.
En España, la víspera del 6 de enero es una fecha de gran expectación, donde se realizan cabalgatas reales por las calles principales de las ciudades, donde Melchor, Gaspar y Baltasar saludan a multitudes entusiastas y reparten caramelos y juguetes a los niños. Además, es común que los pequeños dejen sus zapatos junto a la ventana o la puerta para recibir los regalos que los Reyes dejan durante la noche.
En México, la festividad de Reyes Magos es una de las más entrañables y se celebra con la rosca de reyes, que contiene una pequeña figura que representa al niño Jesús. En la noche del 5 de enero, las familias se reúnen para cortar la rosca y aquellos que encuentran la figura se comprometen a organizar una fiesta el día de la Candelaria, el 2 de febrero.
En otros países de América Latina como Argentina, Colombia, Venezuela, entre otros, se mantienen costumbres similares. Los niños escriben cartas a los Reyes Magos pidiendo regalos y el 6 de enero se festeja con la entrega de obsequios y celebraciones familiares.
En algunos países europeos, como Francia, Portugal e Italia, la festividad de los Reyes Magos también es motivo de celebración. En Francia, se acostumbra a realizar una deliciosa y típica torta conocida como "galette des rois" (torta de reyes), similar a la rosca mexicana, donde se esconde una figurita y quien la encuentre es coronado rey por un día.
En Puerto Rico, la celebración es especialmente colorida y festiva. Se realizan desfiles, festivales callejeros y actividades religiosas para honrar a los Reyes Magos. Los niños dejan pasto y agua para los camellos y zapatos junto a la ventana para recibir sus regalos.
La festividad de Reyes Magos, con sus múltiples interpretaciones y costumbres, muestra cómo una tradición religiosa y cultural ha sido adaptada y enriquecida por diversas comunidades a lo largo del tiempo y a lo ancho del planeta, convirtiéndose en un legado que une a las personas en la magia y la ilusión de una fecha especial.
