sábado. 11.05.2024

A principios de los años 70, comenzó a editarse una revista de ámbito e inspiración castrense. Una publicación que sigue publicándose, por parte del mando de Canarias, del que depende la Comandancia General de Ceuta. De hecho, es habitual que militares adscritos a la COMGECEU envíen artículos sobre varias cuestiones para que sean publicadas en la referida revista.

Sin embargo, y al margen de la vinculación de la COMGECEU, lo que llama la atención es el nombre: Hespérides. Porque, si seguimos al detalle todo lo que la mitología griega dice alrededor del Jardín de las Hespérides,, estamos hablando de algo que entronca directamente con la historia de Ceuta, relacionada con aquellos cantos mitológicos.

Pongamos las cosas en orden. En un arrebato de locura provocado por la diosa Hera, Hércules mata a su esposa e hijos. Cuando recupera la cordura, es consciente de lo que ha hecho y acude al oráculo de Delfos para pedir perdón y tratar de limpiar su crimen. El oráculo le pide que realice una serie de trabajos para Euristeo, rival suyo por la corona de Micenas y declarado enemigo suyo.

Aquí es donde entra nuestra ciudad en juego. De un lado, limpiar el establo de Ausías. Para ello, y siempre según el relato mitológico, se apoyó en un par de columnas y dejó que el río hiciera su trabajo. Las columnas: Calpe (Gibraltar) y Abyla (el Monte Hacho). Pero ¿qué tienen que ver las hespérides?.

El undécimo trabajo: robar las manzanas doradas del Jardín de las Hespérides.Tres ninfas con un canto prodigioso, que custodiaban el citado fruto y que, según determinadas interpretaciones, eran hijas de Atlante. ¿Les suena?. Miren hacia el este: la Mujer Muerta, Yebel Musa (Montaña de Moisés en árabe; tiene lo suyo) o el Dios Atlante, al que Zeus había encargado sujetar el cielo y vigilar que no se cayese.

Pero es que, según algunas versiones -la mitología griega era, en buena parte, una colección de poemas cantados, de tradición oral- las Hespérides tenían su jardín en algún lugar de la cordillera del Atlas. Es más: llegan a rivalizar entre ellas por su belleza, provocando la Guerra de Troya. Y a partir de ahí, aparece uno de los personajes principales en la historia de Ceuta.

El Rey de Ítaca. Ulises, el odiseo que emprende un largo viaje de regreso a su país tras la contienda troyana. Tan largo que fue seducido por Circe, reina de las sirenas, en la isla de Calipso, naciendo de aquel matrimonio Latino, padre del idioma. Calipso no era sino el nombre de la Isla de Perejil, más célebre por otras cositas en nuestro momento. Pero es que de regreso a Ítaca, Ulises y sus marineros tienen que enfrentarse y sortear a Caribdis, el Dios de las profundidades marinas que tragaba almas de marineros. Dios de las profundidades marinas... ¿o temporal de levante en el Estrecho?.

Sobre Ulises y el lugar de sus amoríos con Circe hay otros lugares que disputan a Ceuta ser la sede. Sin embargo, mil años después de la Odisea alguien ratifica la presencia del esposo de Penélope en nuestra ciudad con estas palabras: "Un litoral y el otro vi hasta España, y Marruecos, y la isla de los sardos, y las otras que aquel mar baña en torno. Viejos y tardos ya nos encontrábamos, al arribar a aquella boca estrecha donde Hércules plantara sus columnas, para que el hombre más allá no fuera: a mano diestra ya dejé Sevilla, y la otra mano se quedaba Ceuta". Es la confesión ficticia que Ulises realiza... a Dante Alighieri. En efecto: una de las grandes obras de la literatura universal, la Divina Comedia, ratifica lo que se piensa de la primera y su vinculación con Ceuta. Gran acierto, pues, el nombre de la revista editada por el Mando de Canarias.

Hespérides: la revista castrense que entronca con el mismo origen de Ceuta