La comparsa tarifeña 'Los sedientos' bajo la dirección Juan Carlos Vaca, ha situado en las tablas del Revellín un espectáculo de luces, con lunas iridiscentes en la oscuridad, cantando la presentación a media luz, antes de revelar un tipo muy elegante de agua. Sedientos de libertad, cantando al carnaval, ha aparecido poco a poco ante el público ceutí.
El primer pasodoble ha estado dedicada a la mujer, la casa real y a la futura reina, a la fuerza y rebeldía de las mujeres españolas. El segundo ha hablado del primer día de los niños en la escuela, del miedo de un padre, en el ámbito de la necesidad especial y las diferentes capacidades. "Mi niña va al colegio, cargada con su sonrisa" cantaban.
Los sedientos se han adentrado en los cuplés cantando sobre su tipo, el agua, el agua tan clara como deben ser las palabras. han mencionado la adicción al móvil y las redes sociales de algunos jóvenes.
En el poporrí, han explicado que usan el agua como alegoría, jugando con expresiones "acuosas" para hablar de la vida, el carnaval o las fronteras en la que se ahogan las personas que buscan una vida mejor o también de como la humanidad destruye los mares.
Han concluido su intervención, con tono grave, desembocando como el rio en la orilla del mar, de los ciclos y las vidas que van a dar en la mar, en un in cresccendo que ha fluido hasta desaguar, enterrando su actuación... en el mar.
