miércoles. 15.05.2024
HISTORIA

¿Sería ilegal, hoy, el juicio a Cristo?

¿Sería, a la vista de la legislación actual, legal el juicio a Jesús de Nazaret?. De responder a esta pregunta se encargó hace unos años el magistrado José Raúl Calderón, autor de un libro "Proceso a un inocente" en el que parecer responderse en el solo título la pregunta. Calderón cree que hubo algunas irregularidades en el juicio a Cristo que, a continuación, analizamos.
'Cristo ante Pilatos' (1881), obra del pintor húngaro Mihály Munkácsy
'Cristo ante Pilatos' (1881), obra del pintor húngaro Mihály Munkácsy

No olvidemos que la Semana Santa es, entre otras cosas, la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Y que esa Pasión, Muerte y Resurrección parte también de un proceso judicial, de una serie de argumentos de la Ley de la época. Pero, visto desde el punto de vista técnico ¿sería hoy condenado Jesús de Nazaret con los argumentos esgrimidos entonces? O, dicho de otra manera: ¿sería legal hoy, con nuestra legislación actual, el proceso a Cristo?.

De analizar jurídicamente el que posiblemente sea el juicio más célebre de todos los tiempos se encargó hace unos años José Raúl Calderón Peragón. Es magistrado -con destino en Alicante- y autor de "Proceso a un inocente. ¿Fue legal el juicio a Jesús?", un trabajo consistente en destripar la ley que condenó a Cristo desde el prisma del siglo XXI.

Calderón parte de una premisa básica: cuando se analizan hechos del pasado con los argumentos de hoy, hay que tener siempre presente que esos hechos tuvieron lugar hace miles de años, como es el caso que nos ocupa. Pero el juicio "podría ser declarado nulo por cuestiones como sentencia poco motivada", explica.

De entrada, hay que hablar "no de un juicio, sino de dos: el juicio religioso que corrió a cargo del sanedrín y el juicio civil, que fue por parte de las autoridades romanas". En el primero de ellos "hubo algunas irregularidades conforme a la propia ley de la época". Para ello, hay que acudir al Talmud, "conjunto de leyes judías que se agruparían y codificarían tiempo después", señala. Y tras la lectura del Talmud hallamos fallos procesales como "presentarse durante la noche y someterse a un enjuiciamiento en unidad de acto sin esperar a la luz del día, los testigos cometieron falso testimonio, se presentó maniatado y golpeado, el Sanedrin no estaba totalmente conformado en su conjunto, etc", señala el magistrado.

Pero la sentencia definitiva a muerte llegaría poco después. Sabida es la historia: Poncio Pilatos dió a elegir entre aquellos que querían liberar a Jesús o los que querían salvar la vida de Barrabás. Y el pretor romano tampoco sale bien parado. "Es cierto que cuando se acusó a Jesús de Nazaret de cometer un crimen de lesa humanidad, como personarse en nombre de Dios, Pilatos se mostraba reacio a la muerte por crucifixión. Sin embargo, cometió algunos errores que no puede permitirse un juez. El primero de ellos: aceptar un cambio en la acusación con el proceso ya iniciado. El sanedrín quería, a toda costa, condenar a Cristo a la muerte en la Cruz, y cuando Pilatos rechazó el primer argumento, entraron en juego acusaciones como que no quería pagar impuestos a Roma o que trataba de suplantar la autoridad romana erigiéndose en Rey de Israel". El equivalente, en nuestros días, a la evasión de capitales o a la sedición.

Por ello "y ante la fuerte presión política, nace aquel gesto de Pilatos de lavarse las manos, dejándose llevar por la justicia popular. Su sentencia no estuvo bien argumentada, por lo que hoy podría ser recurrida perfectamente" por ese mismo motivo, indica Calderón.

Tiene alguna duda más acerca de si bien Pilatos o bien los propios miembros del Sanedrín pudieron cometer un posible delito de prevaricación al respecto. Recordemos que este ilícito penal es "la aplicación por parte de un funcionario o autoridad pública de una norma injusta a sabiendas de que lo es". No parece que fuese el caso de Pilatos, aunque "si es cierto que el Sanedrín no quiso un juicio justo, sino una sentencia" de muerte para aquel hombre de Nazaret. Que Pilatos 'compró' esos argumentos lo denota la inscripción INRI: Iesus Nazarenus Rex Iuadeorum (Jesús Nazareno, Rey de los Judíos) , que a modo de mofa y escarnio mandó grabar  en la cruz en la que recibió muerte Jesús de Nazaret.

Otro historiador, Fernando Bermejo Rubio, señala en entrevistas a otros medios que "“lo que motivó la ejecución de Jesús como ‘rey de los judíos’ fue el peligro que para el orden público supusiera su acción en el Templo y las implicaciones políticas de su mensaje". Hay que recordar que Cristo había sido aclamado a su entrada en Jerusalen días antes, por el mismo pueblo que le condenaba a muerte. La respuesta a esta contradicción, según varios estudiosos, es simple: el juicio se celebró a primera hora de la mañana y hay que poner en duda que fuese la muchedumbre, sino más bien el sanedrín con algunos afectos, los que estuvieran presentes. Pero ¿era habitual que se celebrasen vistas a reos con resultado de muerte en la cruz?

No sólo no era un caso inédito, sino que la crucifixión era uno de los métodos correctivos empleados con cierta profusión por los administradores romanos. Es decir, Pilatos hacía, simplemente, su trabajo. Cristo llego ante el pretor para una vista que "no debió durar más de unos minutos", más una vista oral que un juicio propiamente dicho, y en una mañana en la que se celebrarían seguramente otras vistas programadas.Un mero trámite, pues, para el Imperio romano.

Respecto al destino que corrió el nazareno, el de la crucifixión, muchas personas han muerto a lo largo de la historia a través del mismo. Se cree que las primeras crucifixiones tuvieron lugar en el siglo VI antes de Cristo, por parte de los asirios, y Roma la adoptó oficialmente hasta el año 337. Sin embargo, no acabaron ahí las crucifixiones. Llegan hasta nuestros días: fue el método empleado por los nazis en el Campo de Concentración de Dachau, principalmente contra Testigos de Jehová y por ejemplo en 2002 se certificó la crucifixión de varias personas en Sudán del Sur. La última de la que se tiene constancia ocurrió hace solo cinco años: el birmano Elias Abulkalaam Jamaleddeen fue ejecutado en La Meca por este método tras ser acusado de un robo con violencia y asesinato en el domicilio de una mujer.

¿Sería ilegal, hoy, el juicio a Cristo?