“Era un momento muy complicado, mucha gente ayudó”, esta es la explicación del Gobierno de la Ciudad respecto a los motivos por los que Javier Guerrero comenzó a tratar a los menores extranjeros no acompañados tutelados por la Ciudad Autónoma. El momento complicado al que se refiere Alberto Gaitán no es otro que la entrada masiva de marroquíes que se produjo en el mes de mayo de 2021, cuando la Ciudad y todos sus servicios se vieron sobrepasados con la llegada de más de 12.000 personas a la ciudad, entre ellas en torno a 1.500 menores de edad. Fue entonces, a partir de esa entrada masiva, cuando Javier Guerrero se ofreció de forma voluntaria a tratar a los menores que lo necesitaran, en tanto en cuanto se les censaba y se les adscribía, como a cualquier otro niño en nuestra ciudad, al centro de salud correspondiente, en este caso el del Tarajal, según la versión que ofrece el Gobierno de la Ciudad. Entonces, en ese momento de servicios desbordados, explica el actual responsable del área de Menores (que no lo era en aquel momento, pues la competencia estaba en manos de la vicepresidenta primera y consejera de Presidencia, Mabel Deu) “si un médico te dice yo voy a ver a los niños, no dices que no”.
Pocos podían imaginar en aquellos días del final de la primavera de 2021 que esas visitas acabarían derivando en un caso en el que el médico y ex consejero acabaría detenido por la Guardia Civil acusado de un presunto delito de abuso de menores. Horas después de que se levantara el secreto de sumario, desde la Ciudad se insiste en que “no tenemos ningún detalle” respecto al mismo por lo que, por el momento, no se ha decidido si la Ciudad se personará en la causa, algo que “tenemos que valorar con los servicios jurídicos”.
Respecto a los motivos por los que se pasa de aceptar esa ayuda altruista del médico a restringirle el acceso al centro de menores, la explicación se repite durante los últimos meses, “los centros de menores tienen unos protocolos y le dijimos que tenía que ajustarse a esos protocolos”. Al no hacerlo, se optó por restringirle el acceso. La respuesta a si esa restricción se debió a alguna sospecha es tajante, no fue así.
¿Tiene la Ciudad responsabilidad en lo sucedido? A juicio del actual consejero no. En el momento en que se detectó algo raro se comunicó. Fue hace 10 meses, en torno al mes de marzo de 2022, cuando el Área de Menores de la Ciudad puso en conocimiento de la justicia esas sospechas, habían pasado otros diez meses desde la entrada masiva y la saturación de servicios por la que Guerrero comenzó a tratar a los menores y todos ellos contaban ya con su médico del INGESA adscrito. Desde que se planteó la denuncia, continúa, lo que ha hecho la Ciudad ha sido esperar a que las fuerzas de seguridad actuaran, desembocando en las actuaciones de los últimos días.
Unas actuaciones que culminarán este viernes con la declaración del ex consejero ante el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de nuestra ciudad, después de que esta declaración quedara pospuesta este jueves, a pesar de que se trasladara a Guerrero hasta las instalaciones del juzgado. Será en ese momento cuando la autoridad judicial determine las medidas a tomar, arrojando algo más de luz sobre este suceso que ha conmocionado a la ciudad.
