María Antonia Trujillo cesó el pasado 31 de mayo como consejera de la Embajada española en Marruecos, y a partir de entonces ha visto la luz sobre las reivindicaciones marroquíes sobre Ceuta y Melilla. Eso es lo que podemos concluir de la respuesta dada por el Gobierno central al senador de Compromís, Carles Mulet, en relación a las declaraciones de la que fuera ministra de Vivienda.
Concretamente, Mulet preguntaba recientemente al Gobierno si "¿Comparte el Gobierno este despropósito? ¿Hasta qué fecha ha estado cobrando esta señora de la Consejería de Educación de la Embajada de España en Marruecos? ¿Ocupa algún otro cargo dependiente de la Embajada de España en Marruecos o de la Administración General del Estado?".
La respuesta dada por el Ejecutivo al parlamentario valenciano se emitió ayer: "El Gobierno de España no se pronuncia sobre la opinión personal expresada por particulares. La Sra. Trujillo no ocupa desde su cese como Consejera de Educación en la Embajada de España en Rabat el 31 de mayo de 2022 ningún cargo en la Embajada de España en Marruecos. El Gobierno defiende con firmeza la integridad territorial de España, de acuerdo
con la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico".
Estas palabras del Gobierno no dejan satisfecho a Mulet, que señala que son "una muestra más de cobardía ante Marruecos " no se atreven a desautorizar a quien ha sido ministra de un Gobierno del PSOE, no sea que al alzar la voz molesten al rey de Marruecos, que parece ser es quien dirige la política exterior del PSOE"
