viernes. 17.05.2024

El calor extremo que estamos sufriendo y que seguirá presente durante algunos días puede tener efectos significativos en la salud humana. Según los expertos, el calor extremo no solo es incómodo, sino que también puede aumentar la mortalidad y los ingresos hospitalarios.

Uno de los condicionantes de esta realidad es que, a medida que las temperaturas aumentan, también lo hacen los niveles de ozono y otros contaminantes del aire. Esto puede agravar problemas cardiovasculares y respiratorios, impactando negativamente en la salud de muchas personas. Además, durante las olas de calor, el cuerpo enfrenta dificultades para regular su temperatura a través de los mecanismos habituales, como la sudoración. Esto puede llevar a un aumento peligroso en la temperatura corporal, causando estrés adicional en el organismo.

Las consecuencias de la deshidratación pueden variar dependiendo de la cantidad de agua perdida. Desde una sensación de sed y debilidad hasta complicaciones más serias como dolor de cabeza, dificultad para concentrarse, aumento de la temperatura corporal y ritmo respiratorio, mareos e incluso delirios y desmayos en situaciones extremas. Es por ello que mantenerse adecuadamente hidratado es fundamental para sobrellevar estas condiciones extremas.

Las olas de calor también afectan a ciertos grupos de población de manera más intensa. Entre ellos se encuentran los lactantes, menores de 5 años, embarazadas, personas mayores y aquellos que padecen enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares y respiratorios. También los trabajadores cuyos empleos se desarrollan bajo condiciones térmicas extremas, como la construcción o la agricultura, están en riesgo.

Una de las complicaciones más graves en este contexto es el golpe de calor. Este fenómeno se produce cuando el cuerpo alcanza una temperatura superior a 40°C durante un período de tiempo prolongado. En tales casos, los mecanismos reguladores de calor pueden bloquearse, lo que puede llevar a complicaciones potencialmente fatales si no se trata a tiempo.

Para prevenir riesgos en situaciones de calor extremo, es fundamental mantener una adecuada hidratación. Algunas recomendaciones clave incluyen beber agua antes de sentir sed, consumir alimentos ricos en líquidos como frutas y verduras, evitar el alcohol y reducir la cafeína, además de protegerse del calor mediante el uso de sombreros, ropa ligera y evitando las actividades al aire libre durante las horas más cálidas del día.

El Colegio de Farmacía ofrece consejos para evitar la deshidratación